viernes, 9 de diciembre de 2011
Adriana Maggio
ADRIANA MAGGIO
(Santa Rosa-La Pampa)
MI MAMÁ ME MI
Mi madre tiene los ojos más bonitos de la familia,
reza por todos
y cocina bien
... pero menos que antes.
Es retorcida.
Es desafinada.
Es sociable
... pero menos que antes.
Mi madre tiene la mejor caligrafía de la familia,
cultiva las flores más floreadas
y camina mucho
... pero menos que antes.
Mi madre tiene los pies más pequeños de la familia
usa cremas de noche para el rostro
y la queremos
... mucho más que antes.
EL ANTROPÓLOGO
"Deja que los niños desentierren huesos debajo de la plaza"
*Jerome Rothenberg
Le cuento de las Islas Canarias:
Las uvas, el aceite y la música.
Los gatos pescan en el borde
de la avenida marítima
y un barco descarga langostinos
(A granel)
Le cuento de los vientos,
de la visita de Rodin y las luces.
Rodean los árboles
de abajo hacia arriba
y más.
(Las luces)
Le cuento de la huelga
de los controladores;
el descontrol-literal-
todo lo altera y
hay viento
(otra vez)
Le cuento de Blasco, mi amigo
vene sola no.
(venezolano)
Le cuento cuentos y no tan cuentos.
Me preocupo por la llanura
y los perros...
Fotografío
Envío
Le cuento.
(¿del tío?)
Del otro lado, Miguel dice:
Bueno,
hoy puso un huevo la pava real
y como no sé si adentro
tienen o no tienen,
me lo comí.
EL ANTROPÓLOGO II
Scrambled
ágg.
Manteca
ágg.
Arenque
ágg
stekt.
Vía vía
o este pie
...
DESTINATARIO:
Conocí a un hombre lleno de huecos,
de deliciosos huecos.
Un semejante de fibra óptica
y mail dispuesto.
Arrobas (@) van.
Arrobas (@) vienen.
Conocí a un hombre desconocido.
Tan,
tan desconocido
que estamos construyéndonos a gusto.
Arrobas (@) van.
Arrobas (@) vienen.
Y en tal vínculo rara avis
nos queda bien que llueva o que haga sol,
que estemos enojados o felices,
o solos,
o pelado él o calva ella
(o sea yo)
¿?
Arrobas (@) van.
REMITENTE:
Si digo que me veo
en tu par de ojos negros,
es porque
hay veo;
¡Ay… ojos!
Nombrar es poner nombres.
Escribir por decir.
Me oyes por me lees...
La red,
este hilo de coser finito,
esta cuerda
( a veces con cierto
a veces des concierto)
es solamente
una táctica.
Más.
Si digo que en mi cuarto
no existen tus pisadas,
no hay,
¡Ay... sí tengo huellas!
Nombrar es poner nombres.
Escribir por decir.
Me oyes por me lees...
Queda claro,
hÍperclaro:
es porque
hay
los hombres,
¡Ay!
las mujeres.
Suya.
* Destinatario y Remitente, ambos de “Común y Silvestre. Poemas” Ediciones Orillera. 2011
HOMBRES SIN TÉ
En Japón el té es símbolo de la alegría. De allí la denominación para los tristes de " hombres sin té"
Hay que saber tomar el té:
ceremoniosamente y repartido.
Hay que extraer-traer-tragarse
la alegría,
regar el mundo
y en gigantesca taza,
poner hebras y risas
y palabras y azúcar
y tanto, tanto...
que ningún hombre
quede sin su té.
sabe té
Primero sirvo
cristal de té marrón
en tazas mejicanas;
mirá qué dulce...
pero nada.
¿Las de la abuela?
Son muy finas...
El té golpea
con olas espumosas
los bordes porcelanos
y da un miedo caliente,
rumoroso.
Miremos el vapor:
sube firuleteando caras
signos,
se retuerce hasta arriba
para nada.
Contame, té,
adónde queda un hueco sin tristeza
cómo se hace tu miel y se reparte
quien traga, sorbo a sorbo, la ternura
y bebe las respuestas.
Cuál es la ceremonia, té, la exacta,
la medida o el punto transparente
en que todo se sabe,
se sabe, té.
Se sabe.
ODA AL EMBUDO
Oda.
Odé.
Canto.
Cantoté.
Canto (te) a ti embudo porque haces la maravilla de fluir,
de fluir,
de fluirle los líquidos hacia las bocas estrechas
sin temor alguno
de ninguno.
De ningún
cuello de botella.
Desde tu cono amplio superior bocaza
bocado
boconazo,
bajan los mares más salados
el río
la lágrima.
Yo misma pasaré arremolinada
sin temor alguno
de ninguno.
De ningún
cuello de botella.
PRIMERA NOCIÓN DE BICICLETAS
A mi papá Nicolás
Una bicicleta que me lleve
hasta el humito azul del basurero,
que se acerque hasta un sol y no se queme.
Ruedas alas, rueda alas...
Una bici que vuelva hasta la casa
sola, como vuelven las palomas
con mensajes, los caballos
los perros no queridos.
Ruedas alas, ruedas alas...
Una bicicleta tobogán
que se resbale por entre
los aromos y los parques.
Ruedas. Alas.
Una bicicleta sin raíces
pero firme,
con pedales de luz
y una llanta que ande, ande, ande, ande...
(Una amigo ciclista me contó que la luna
se mira de otra forma,
y que andar un camino no es igual.
Es hacer otro mapa, cuando vas en la bici...)
(Santa Rosa-La Pampa)
MI MAMÁ ME MI
Mi madre tiene los ojos más bonitos de la familia,
reza por todos
y cocina bien
... pero menos que antes.
Es retorcida.
Es desafinada.
Es sociable
... pero menos que antes.
Mi madre tiene la mejor caligrafía de la familia,
cultiva las flores más floreadas
y camina mucho
... pero menos que antes.
Mi madre tiene los pies más pequeños de la familia
usa cremas de noche para el rostro
y la queremos
... mucho más que antes.
EL ANTROPÓLOGO
"Deja que los niños desentierren huesos debajo de la plaza"
*Jerome Rothenberg
Le cuento de las Islas Canarias:
Las uvas, el aceite y la música.
Los gatos pescan en el borde
de la avenida marítima
y un barco descarga langostinos
(A granel)
Le cuento de los vientos,
de la visita de Rodin y las luces.
Rodean los árboles
de abajo hacia arriba
y más.
(Las luces)
Le cuento de la huelga
de los controladores;
el descontrol-literal-
todo lo altera y
hay viento
(otra vez)
Le cuento de Blasco, mi amigo
vene sola no.
(venezolano)
Le cuento cuentos y no tan cuentos.
Me preocupo por la llanura
y los perros...
Fotografío
Envío
Le cuento.
(¿del tío?)
Del otro lado, Miguel dice:
Bueno,
hoy puso un huevo la pava real
y como no sé si adentro
tienen o no tienen,
me lo comí.
EL ANTROPÓLOGO II
Scrambled
ágg.
Manteca
ágg.
Arenque
ágg
stekt.
Vía vía
o este pie
...
DESTINATARIO:
Conocí a un hombre lleno de huecos,
de deliciosos huecos.
Un semejante de fibra óptica
y mail dispuesto.
Arrobas (@) van.
Arrobas (@) vienen.
Conocí a un hombre desconocido.
Tan,
tan desconocido
que estamos construyéndonos a gusto.
Arrobas (@) van.
Arrobas (@) vienen.
Y en tal vínculo rara avis
nos queda bien que llueva o que haga sol,
que estemos enojados o felices,
o solos,
o pelado él o calva ella
(o sea yo)
¿?
Arrobas (@) van.
REMITENTE:
Si digo que me veo
en tu par de ojos negros,
es porque
hay veo;
¡Ay… ojos!
Nombrar es poner nombres.
Escribir por decir.
Me oyes por me lees...
La red,
este hilo de coser finito,
esta cuerda
( a veces con cierto
a veces des concierto)
es solamente
una táctica.
Más.
Si digo que en mi cuarto
no existen tus pisadas,
no hay,
¡Ay... sí tengo huellas!
Nombrar es poner nombres.
Escribir por decir.
Me oyes por me lees...
Queda claro,
hÍperclaro:
es porque
hay
los hombres,
¡Ay!
las mujeres.
Suya.
* Destinatario y Remitente, ambos de “Común y Silvestre. Poemas” Ediciones Orillera. 2011
HOMBRES SIN TÉ
En Japón el té es símbolo de la alegría. De allí la denominación para los tristes de " hombres sin té"
Hay que saber tomar el té:
ceremoniosamente y repartido.
Hay que extraer-traer-tragarse
la alegría,
regar el mundo
y en gigantesca taza,
poner hebras y risas
y palabras y azúcar
y tanto, tanto...
que ningún hombre
quede sin su té.
sabe té
Primero sirvo
cristal de té marrón
en tazas mejicanas;
mirá qué dulce...
pero nada.
¿Las de la abuela?
Son muy finas...
El té golpea
con olas espumosas
los bordes porcelanos
y da un miedo caliente,
rumoroso.
Miremos el vapor:
sube firuleteando caras
signos,
se retuerce hasta arriba
para nada.
Contame, té,
adónde queda un hueco sin tristeza
cómo se hace tu miel y se reparte
quien traga, sorbo a sorbo, la ternura
y bebe las respuestas.
Cuál es la ceremonia, té, la exacta,
la medida o el punto transparente
en que todo se sabe,
se sabe, té.
Se sabe.
ODA AL EMBUDO
Oda.
Odé.
Canto.
Cantoté.
Canto (te) a ti embudo porque haces la maravilla de fluir,
de fluir,
de fluirle los líquidos hacia las bocas estrechas
sin temor alguno
de ninguno.
De ningún
cuello de botella.
Desde tu cono amplio superior bocaza
bocado
boconazo,
bajan los mares más salados
el río
la lágrima.
Yo misma pasaré arremolinada
sin temor alguno
de ninguno.
De ningún
cuello de botella.
PRIMERA NOCIÓN DE BICICLETAS
A mi papá Nicolás
Una bicicleta que me lleve
hasta el humito azul del basurero,
que se acerque hasta un sol y no se queme.
Ruedas alas, rueda alas...
Una bici que vuelva hasta la casa
sola, como vuelven las palomas
con mensajes, los caballos
los perros no queridos.
Ruedas alas, ruedas alas...
Una bicicleta tobogán
que se resbale por entre
los aromos y los parques.
Ruedas. Alas.
Una bicicleta sin raíces
pero firme,
con pedales de luz
y una llanta que ande, ande, ande, ande...
(Una amigo ciclista me contó que la luna
se mira de otra forma,
y que andar un camino no es igual.
Es hacer otro mapa, cuando vas en la bici...)
Alejandra Díaz
ALEJANDRA DÍAZ
(San Miguel de Tucumán-Tucumán)
BORRADOR
el lápiz toca el suelo descalzo inventa un trazo / otro otro
el horizonte la perspectiva/ ausente hoy
la mano se lamenta /tacha borra carraspea invierte el papel
y falta el trazo...
cómo atrapar por un instante y devolverlo luego
la respiración del mundo que no duerme
la noche de san juan pisando brazas
parques...calesitas...sortija de la vida /papelito
de la suerte que nos entrega con su pico
un lorito verde al que le cambiaron libertad por sueño ajeno
no es preciso dibujar ni parecido el transcurrir la luna faro lejano
en muelle donde encallan los barcos de los sueños
que han muerto antes de haber nacido muertos
sin olvidar el trazo de la gotera molesta en la canilla
fichas de dominó cayendo no alineadas
y lágrimas de alicia y las del cocodrilo
la risa de los niños que deviene en llanto
antes de ver el dia
sin haber dicho dónde quedaron escondidos
el lápiz sigue el trazo ahora intenta un totoral
un viento de cenizas sobrevolando el Ganges
el tiempo en el que
llega a la otra orilla el naufrago
que intenta...salir de la crisálida mientras
una mujer sumergiéndose se transforma e manzana
ingenua abraza al hombre
siguiendo el baile del amor carnavales ebrios
sobre el cerro de los siete colores
el lápiz descalzo se detiene cansado
borrador de la vida
que nace y renace
del intento / borrador de la vida
que ensaya nanas de cuna vieja
dormidas en el patio de abuelos que no están
y que nunca se han ido
sigue el lápiz descalzo el paso / la memoria
que mira para adentro
insomnes habitantes
que están siempre despiertos...
EL GESTO
ella deja que él deslice
su mano sobre el cuerpo suave
dejando que sizée
por la piel jadeos)
ella
le besa el corazón
y estallan...
POESIA
formas / palabras / vida
a golpe de ternura
hablar al oído del mundo
refugiar lo escrito en las hojas de un árbol
escribir en el río o en las paredes/ ramitas de un nido
palabras
tatuadas en la palma de la mano de un amanecer
sonido de pétalos cayendo...despacio
o ponerle nombres a la memoria
que se viste los jueves de pancarta
y no ser.. .
ni en la tinta ni el papel
ni grito ni plegaria
sólo poesía
empuñando la ternura
hasta ahuyentar a las sombras.
10 DE OCTUBRE
quién no ha tenido una luna en la palma de su mano
un pájaro rojo velando de sol
en cielo turquesa / negro dolor
quién no se ha sentido flaco de cariño
pena /alegría /trocito de dios
quién no ha tirado la voz del silencio
en la vida y cantó
quién /quién / quién y quién
alguna vez...no enloqueció
de pueblo /de hambre
de sangre /de guerras
de muertos/ de ausentes
de historia de barro/ de luz
quién/alguna vez...
no enloqueció de amor.
PALABRA AUSENTE
se dice lo que se puede
se maldice lo que duele
se desdice lo andado
no poder decir
el agua que corre por nuestro cuerpo
la hoja/el viento
sonrisa tiesa/pájaro azul
ella calla / no puede decir
sonidos golpeando la garganta...
silencio
BUSQUEDA
arrullos/ parajes en los que descansar
de una paz descalza/
de guerras enormes
con uno mismo
y la desoladora soledad
de morir
en uno mismo
cada dia ...
(hospicio:
sostiene en las manos
la cajita de música
donde ejerce su soledad
l la infancia )
PREGUNTAS
y qué será de los ojos cuando no tengan mirada
para encontrar el camino que nos lleva al amor
no leer las ultimas noticias /ni reprocharle a las trenzas
de los zapatos el golpe que nos damos cuando la vida
nos pone el pie para besarnos
emigrar del hospicio a tiempo...
alitas de colibrí
y qué diremos cuando
pidiendo amor tengamos la luna
de moneda...
LA PEQUEÑA HOJA MENUDA
viene viajando
viene de lejos...
o va o viene
o viene y va
vaiven/silencio
nadie la ve
y ella
da el rumbo a todos los vientos...
SUBIRME AL ALMA
puedo subirme al alma enarbolar desde lo alto
un pañuelito blanco ya está ya está la guerra los tornillos desajustados
´sostenerme el alma y dejar de dar esos gritos casi imperceptibles
bañarme la mirada pero no con lágrimas ya está ya está
si pudiera escalarme como una montaña y ensolecerme
en soledad hurtada/harta
al alma digo al alma si la tuviera o así
fuera una forma de nombrar lo innascible
sostenerme las heridas parchar los brotes de
esas enfermedades que molestan en estos tiempos...
poesía molesta
se quiere subir a mi cabeza y razonar
esta poesía escapa del alma por eso la sostengo
para que no salga
pero sí pero sí
estoy en mas no poder y puedo
ya está ya está shshshshshs
que puedo treparme al alma
pañuelito blanco
desolado en el viento
hoy hace invierno
hace amor
y nadie viene
pañuelito blanco en el viento
ya está ya está
(los solos solan)
PALOMITAS DE MAIZ
infancia tenía pecas en su rostro
tajadas de sandía a la hora de la siesta
y un rinconcito
en la pared donde estacionar bicicletas
miraba desde el ojo de la cerradura
de una puerta del mundo
donde todo se veía mejor...
AMIGA
a manotazos
desgarra en la noche
el hueco de soledades
donde guardarse
sabe/que ya no la esperan
mas que soles envejecidos
entre jazmines de tumbas...
DISTANCIA
es corta la distancia
entre el beso y la boca del otro...
una caricia y la piel ajena
o ahogarse en el espasmo de placer/ y no
la puerta cerrada convirtiéndose a veces
en jaula abierta/iniciar manifestaciones de silencio
entre los puentes a cruzar desde un corazón
a otro /que
muchas soledades
caminan por las calles sin mirarse
espectros que el amor/embiste/mira
dice adiós y pasa...
MAYO 6
este hombre dobla una a una a una
en cajones sus soledades
por formas/colores tamaños / aromas/camisas corbatas
se le acumulan en la sangre dias dias dias de rituales
observa el polvillo en un rayo de luz que se cuela por las persianas
todavía soñolientas
ya no huele el tabaco de sus ciigarros salvo
que la noche lo encuentre desprevenido
con un recuerdo de ella debatiéndose entre sus manos
pececito rojo enemistado con el olvido
deja entonces la huerta/el mate amargo y comienza a lamerse las heridas
tropieza con alguna muerte lenta de un beso un gracias
no llegado a tiempo
y entiende que no es bueno andar de buey por esta vida
ella/ ay ella no dice cuándo pero entra
pececito rojo resvalando por su corazón acelerado
...amanece a veces desnuda en su cama al lado de él
con el cabello derramado en sus hombros solitarios
pero se queda con el vuelo de una polilla en una esquina
entonces...
ya no encuentra sitio
para esta soledad tan estampida/tan multicolor incierta
y sin embargo tan viva
que no es fácil hallar cajones donde guardarla...
ESCRITO EN EL AGUA
ella escribe en el agua con el dedo índice
desliza un nombre
y otro y otro
juega al mundo
juega a qué haría el mundo
si estuviera tan solo
DESIGNIOS
no se busca
se encuentra
corazones bajo las piedras...
ella mira tras cristalitos de colores
detalles de la realidad invertida/
no se busca
se encuentra
las sombras chinas ejercitadas en la paréd
muestran un àguila comiendo a la luna
nomeolvides es una flor azul
creciendo temerosa en las montañas
como esperando a alguien
que no vendrà.
HECHOS
abrazo el mármol de tu cuerpo hoy
lapidaria memoria de lo que no está
y por las calles voy tramando en el aire tu figura
alucinada la persigo /
esto no sucede hoy/ está de mas decirlo
en los jardines de la infancia
tu rostro estaba en mi memoria..
sonido de campanitas
me llevaban dulces memorias
de lo que no fue....
y canta la noche su impaciencia
el jardín se durmió en una mano del pasado
como decirte que luego no estoy sola
mientras te cuelgue en los muros de mis pueblos
silencio...silencio
beso lo único besado
abrazo lo único abrazado
amo lo todo / ámolo
y a vos te tapó el olvido
de mi/silencio silencio
secreto de las nubes y las tumbas mas profundas
de los amores
que no fueron .
PARA ESO ESTAN LOS BANCOS DE LAS PLAZAS
para eso estàn los bancos de las plazas/
para abrigarse en invierno
mirar pasar la vida de otros/maravillarse
de lo simple que puede ser la felicidad
de un niño tras el globo rojo/
el roto de la mano del mendigo
por donde escapa la moneda a la botella
las charlas confundidas en el aleteo
concreto del hambre de las palomas/
las estatuas vigilantes de esperanza
en las manifestaciones/el golpe seco del bombo
y la bala de goma sobre los ojos de dios/
el gas lacrimògeno / procesiones multitudinarias
donde saluda una virgen desnuda/avergonzada
para eso estàn los bancos de las plazas/
oler los azahares de las primaveras
o vestir las naranjas de colores/
mirar los amores de los otros pasar
entrelazados/cobijarse en la sonrisa ajena
espiar la alegrìa o el enojo adolescente/
la charla promiscua de los proxenetas
pernoctar de los sin casa/vida respiraciòn de otros
hasta ahogar /a veces el leve malestar
de la propia existencia.
DE NIÑA
envolviendo en sàbana decolorida
como si fuèsemos ladrones
en un cuarto olvidado abrimos
los arcoìris /las ercarchas de aquella infancia
en que se cultivan girasoles
sobre cielos turquesas
que no venga el cuco que nooo...
comerse las uñas/silvan las siremas
del ingenio de leyendas de un perro gigante
mientras una gaviota a cuerda
nos salva a tiempo de la caìda
que no venga la pericana que nooo...
abrir una cajita de mùsica /giran una princesa
y un sapo/mover ua bolita de cristal
donde la nieve muere copito a copo
sobre el bosque azul
que no venga el duende que nooo...
sòlo en fotos sepia estaban los abuelos
desconocidos lànguidos tomados de la mano
no contaban cuentos/narices sangrando
rodillas golpeadas por el sol de aquellos parajes
que vuelva la niña y el niño
de vez en cuando / o nooo.....
(San Miguel de Tucumán-Tucumán)
BORRADOR
el lápiz toca el suelo descalzo inventa un trazo / otro otro
el horizonte la perspectiva/ ausente hoy
la mano se lamenta /tacha borra carraspea invierte el papel
y falta el trazo...
cómo atrapar por un instante y devolverlo luego
la respiración del mundo que no duerme
la noche de san juan pisando brazas
parques...calesitas...sortija de la vida /papelito
de la suerte que nos entrega con su pico
un lorito verde al que le cambiaron libertad por sueño ajeno
no es preciso dibujar ni parecido el transcurrir la luna faro lejano
en muelle donde encallan los barcos de los sueños
que han muerto antes de haber nacido muertos
sin olvidar el trazo de la gotera molesta en la canilla
fichas de dominó cayendo no alineadas
y lágrimas de alicia y las del cocodrilo
la risa de los niños que deviene en llanto
antes de ver el dia
sin haber dicho dónde quedaron escondidos
el lápiz sigue el trazo ahora intenta un totoral
un viento de cenizas sobrevolando el Ganges
el tiempo en el que
llega a la otra orilla el naufrago
que intenta...salir de la crisálida mientras
una mujer sumergiéndose se transforma e manzana
ingenua abraza al hombre
siguiendo el baile del amor carnavales ebrios
sobre el cerro de los siete colores
el lápiz descalzo se detiene cansado
borrador de la vida
que nace y renace
del intento / borrador de la vida
que ensaya nanas de cuna vieja
dormidas en el patio de abuelos que no están
y que nunca se han ido
sigue el lápiz descalzo el paso / la memoria
que mira para adentro
insomnes habitantes
que están siempre despiertos...
EL GESTO
ella deja que él deslice
su mano sobre el cuerpo suave
dejando que sizée
por la piel jadeos)
ella
le besa el corazón
y estallan...
POESIA
formas / palabras / vida
a golpe de ternura
hablar al oído del mundo
refugiar lo escrito en las hojas de un árbol
escribir en el río o en las paredes/ ramitas de un nido
palabras
tatuadas en la palma de la mano de un amanecer
sonido de pétalos cayendo...despacio
o ponerle nombres a la memoria
que se viste los jueves de pancarta
y no ser.. .
ni en la tinta ni el papel
ni grito ni plegaria
sólo poesía
empuñando la ternura
hasta ahuyentar a las sombras.
10 DE OCTUBRE
quién no ha tenido una luna en la palma de su mano
un pájaro rojo velando de sol
en cielo turquesa / negro dolor
quién no se ha sentido flaco de cariño
pena /alegría /trocito de dios
quién no ha tirado la voz del silencio
en la vida y cantó
quién /quién / quién y quién
alguna vez...no enloqueció
de pueblo /de hambre
de sangre /de guerras
de muertos/ de ausentes
de historia de barro/ de luz
quién/alguna vez...
no enloqueció de amor.
PALABRA AUSENTE
se dice lo que se puede
se maldice lo que duele
se desdice lo andado
no poder decir
el agua que corre por nuestro cuerpo
la hoja/el viento
sonrisa tiesa/pájaro azul
ella calla / no puede decir
sonidos golpeando la garganta...
silencio
BUSQUEDA
arrullos/ parajes en los que descansar
de una paz descalza/
de guerras enormes
con uno mismo
y la desoladora soledad
de morir
en uno mismo
cada dia ...
(hospicio:
sostiene en las manos
la cajita de música
donde ejerce su soledad
l la infancia )
PREGUNTAS
y qué será de los ojos cuando no tengan mirada
para encontrar el camino que nos lleva al amor
no leer las ultimas noticias /ni reprocharle a las trenzas
de los zapatos el golpe que nos damos cuando la vida
nos pone el pie para besarnos
emigrar del hospicio a tiempo...
alitas de colibrí
y qué diremos cuando
pidiendo amor tengamos la luna
de moneda...
LA PEQUEÑA HOJA MENUDA
viene viajando
viene de lejos...
o va o viene
o viene y va
vaiven/silencio
nadie la ve
y ella
da el rumbo a todos los vientos...
SUBIRME AL ALMA
puedo subirme al alma enarbolar desde lo alto
un pañuelito blanco ya está ya está la guerra los tornillos desajustados
´sostenerme el alma y dejar de dar esos gritos casi imperceptibles
bañarme la mirada pero no con lágrimas ya está ya está
si pudiera escalarme como una montaña y ensolecerme
en soledad hurtada/harta
al alma digo al alma si la tuviera o así
fuera una forma de nombrar lo innascible
sostenerme las heridas parchar los brotes de
esas enfermedades que molestan en estos tiempos...
poesía molesta
se quiere subir a mi cabeza y razonar
esta poesía escapa del alma por eso la sostengo
para que no salga
pero sí pero sí
estoy en mas no poder y puedo
ya está ya está shshshshshs
que puedo treparme al alma
pañuelito blanco
desolado en el viento
hoy hace invierno
hace amor
y nadie viene
pañuelito blanco en el viento
ya está ya está
(los solos solan)
PALOMITAS DE MAIZ
infancia tenía pecas en su rostro
tajadas de sandía a la hora de la siesta
y un rinconcito
en la pared donde estacionar bicicletas
miraba desde el ojo de la cerradura
de una puerta del mundo
donde todo se veía mejor...
AMIGA
a manotazos
desgarra en la noche
el hueco de soledades
donde guardarse
sabe/que ya no la esperan
mas que soles envejecidos
entre jazmines de tumbas...
DISTANCIA
es corta la distancia
entre el beso y la boca del otro...
una caricia y la piel ajena
o ahogarse en el espasmo de placer/ y no
la puerta cerrada convirtiéndose a veces
en jaula abierta/iniciar manifestaciones de silencio
entre los puentes a cruzar desde un corazón
a otro /que
muchas soledades
caminan por las calles sin mirarse
espectros que el amor/embiste/mira
dice adiós y pasa...
MAYO 6
este hombre dobla una a una a una
en cajones sus soledades
por formas/colores tamaños / aromas/camisas corbatas
se le acumulan en la sangre dias dias dias de rituales
observa el polvillo en un rayo de luz que se cuela por las persianas
todavía soñolientas
ya no huele el tabaco de sus ciigarros salvo
que la noche lo encuentre desprevenido
con un recuerdo de ella debatiéndose entre sus manos
pececito rojo enemistado con el olvido
deja entonces la huerta/el mate amargo y comienza a lamerse las heridas
tropieza con alguna muerte lenta de un beso un gracias
no llegado a tiempo
y entiende que no es bueno andar de buey por esta vida
ella/ ay ella no dice cuándo pero entra
pececito rojo resvalando por su corazón acelerado
...amanece a veces desnuda en su cama al lado de él
con el cabello derramado en sus hombros solitarios
pero se queda con el vuelo de una polilla en una esquina
entonces...
ya no encuentra sitio
para esta soledad tan estampida/tan multicolor incierta
y sin embargo tan viva
que no es fácil hallar cajones donde guardarla...
ESCRITO EN EL AGUA
ella escribe en el agua con el dedo índice
desliza un nombre
y otro y otro
juega al mundo
juega a qué haría el mundo
si estuviera tan solo
DESIGNIOS
no se busca
se encuentra
corazones bajo las piedras...
ella mira tras cristalitos de colores
detalles de la realidad invertida/
no se busca
se encuentra
las sombras chinas ejercitadas en la paréd
muestran un àguila comiendo a la luna
nomeolvides es una flor azul
creciendo temerosa en las montañas
como esperando a alguien
que no vendrà.
HECHOS
abrazo el mármol de tu cuerpo hoy
lapidaria memoria de lo que no está
y por las calles voy tramando en el aire tu figura
alucinada la persigo /
esto no sucede hoy/ está de mas decirlo
en los jardines de la infancia
tu rostro estaba en mi memoria..
sonido de campanitas
me llevaban dulces memorias
de lo que no fue....
y canta la noche su impaciencia
el jardín se durmió en una mano del pasado
como decirte que luego no estoy sola
mientras te cuelgue en los muros de mis pueblos
silencio...silencio
beso lo único besado
abrazo lo único abrazado
amo lo todo / ámolo
y a vos te tapó el olvido
de mi/silencio silencio
secreto de las nubes y las tumbas mas profundas
de los amores
que no fueron .
PARA ESO ESTAN LOS BANCOS DE LAS PLAZAS
para eso estàn los bancos de las plazas/
para abrigarse en invierno
mirar pasar la vida de otros/maravillarse
de lo simple que puede ser la felicidad
de un niño tras el globo rojo/
el roto de la mano del mendigo
por donde escapa la moneda a la botella
las charlas confundidas en el aleteo
concreto del hambre de las palomas/
las estatuas vigilantes de esperanza
en las manifestaciones/el golpe seco del bombo
y la bala de goma sobre los ojos de dios/
el gas lacrimògeno / procesiones multitudinarias
donde saluda una virgen desnuda/avergonzada
para eso estàn los bancos de las plazas/
oler los azahares de las primaveras
o vestir las naranjas de colores/
mirar los amores de los otros pasar
entrelazados/cobijarse en la sonrisa ajena
espiar la alegrìa o el enojo adolescente/
la charla promiscua de los proxenetas
pernoctar de los sin casa/vida respiraciòn de otros
hasta ahogar /a veces el leve malestar
de la propia existencia.
DE NIÑA
envolviendo en sàbana decolorida
como si fuèsemos ladrones
en un cuarto olvidado abrimos
los arcoìris /las ercarchas de aquella infancia
en que se cultivan girasoles
sobre cielos turquesas
que no venga el cuco que nooo...
comerse las uñas/silvan las siremas
del ingenio de leyendas de un perro gigante
mientras una gaviota a cuerda
nos salva a tiempo de la caìda
que no venga la pericana que nooo...
abrir una cajita de mùsica /giran una princesa
y un sapo/mover ua bolita de cristal
donde la nieve muere copito a copo
sobre el bosque azul
que no venga el duende que nooo...
sòlo en fotos sepia estaban los abuelos
desconocidos lànguidos tomados de la mano
no contaban cuentos/narices sangrando
rodillas golpeadas por el sol de aquellos parajes
que vuelva la niña y el niño
de vez en cuando / o nooo.....
Amalia Mercedes Abaria
AMALIA MERCEDES ABARIA
(Ciudad Autónoma de Buenos Aires-Buenos Aires)
EL QUE CALUMNIA
Caminos (Botella al Mar, 2009)
Avanza con el tridente
esparciendo el aliento de la flor envenenada,
desplegando sus palabras de espinas
clavando los surcos
por donde el ultraje quema.
Mientras, muerde cada cavilación,
cada intersticio de la lengua
y sus escamas resplandecen con cada victoria.
Entonces, el viejo animal trepa a su muralla
y mira alrededor
y no hay nadie, nadie.
Está solo con su magma.
Ni siquiera puede llorar.
LA FINITUD
Es un muro que nos espera
o la sombra de ese horizonte
que aún lejanamente vislumbramos.
Se encuentra entre la luz y las cenizas
entre el alba y la noche
entre la vida y la muerte.
Queremos olvidarla,
hacerla desaparecer
taparla con una túnica verde
con árboles a los costados.
Pero está,
muda y remota,
invencible,
como una bella roca,
esperando
en el final del camino.
RECORRIDO DE LA LÁGRIMA
Nace de una memoria que fue amor
o de un capullo herido que envuelve su corazón
en el océano.
Como una perla herida corre hacia tu pecho
y nadie viene a ver, a escuchar,
a cobijar esta pequeña,
grande lágrima.
Ahora sigue buscando un recorrido,
buscando una roca que clame tu nombre,
deteniéndose a veces, en la orilla del silencio,
en el camino que las flores le negaron.
Por eso la lágrima no cae aún
y vuela hacia tu boca
y siente una pesada piedra detrás de sus bordes,
dilatándose como un aullido,
comiéndose el gusto helado del vacío.
No cae aún
porque quiere ver cómo es el precipicio,
cómo el delgado surco que la separa de tu amor,
desaparece.
Pero nadie vino a ver, a escuchar
y duda entonces si avanza con su lanza de lamentos
o busca la campana que adentro todavía suena.
APENAS VIVIMOS
A veces caminamos por calles
donde estuvo la infancia,
donde el musgo huele a piedra de juguete pesado
y un rostro resucita un calendario largo.
No hay auxilio para tantos recuerdos
cuando lo preciso es sólo un destino matemático
y en el alma hay olores de rodillas,
a manos, a empujones
a violetas de vereda paseada de la mano.
Porque vamos por la misma calle lúdica de entonces,
con un poco de frío y dudas derrotadas
(los árboles apenas son distintos).
Así andamos,
un poco solos,
menos temibles,
con algo de viejo papel y leche primitiva
con las uñas mirando en el reloj de la última ventana.
Dónde estarán los ojos de ese tiempo
del que ahora nos llega lejanamente nuestro,
tan lejos de esta historia que graban las paredes
y las manos altas.
Por eso,
si tanto ha cambiado,
si hasta el último pájaro siguió su curso original
y los edificios se aplastan al asfalto
para llorar a gritos,
es mejor que sigamos.
Disimuladamente solos.
Antes de partir, queda el instinto
ENIGMA PARA HOY
El futuro es un sueño que nos come la carne
o toda la sangre para el comienzo.
Todo depende de este instante
y del próximo.
Alguna luz debe brillar mañana.
LLUEVE
Este cielo de gris que sueña para abajo.
Y anochece.
Esta absurda sensación de sentirnos libres
porque llueve.
Alguien corre.
La lluvia nos moja los zapatos.
Y huimos,
torpemente
EL HORIZONTE
Allí, en ese abismo de la pampa
o del mar o del desierto,
en ese abismo donde los ojos caen
y no hay nadie, nadie
En la hendidura del cielo
donde vuelas hacia esa línea dura
mientras el sol avanza y ya no puedes ver
Quieres lanzar tu corazón hacia la luz
sacarlo de tu cuerpo
y hacer como los pájaros
que huyen a la orilla del mundo
y no regresan.
Qué, quién
más allá de la frontera infinita…
Es el hechizo de esa línea
que te mantiene así,
puedes irte pero te quedas
puedes desaparecer
pero permaneces mirando ese final
lejos…
Cuántas veces
en la frontera inmóvil
vuelan capas de ángeles
y los caballos levantan sus cabezas
y en el cielo corren, corren…
Allí también vieron su sombra negra
aquéllos, antes de la batalla
con el recuerdo de esos días felices,
casi olvidados
con una tierra, árboles, hogar,
casi perdidos.
Horizonte, horizonte…
dueño de nuestros pensamientos, nuestras derrotas
nuestros sueños
Quizás alguien vislumbre desde ese punto,
nuestra frágil plataforma de hombre que mira
Y decimos entonces
que sólo existe esa línea pura,
perfecta, silenciosa.
AL AGUARIBAY
Con tu caudal de copa espesa,
con tus bordes de delicadas plumas pendulares,
con tu enorme curva de copa que cae,
llegas al perfecto mundo de la espera.
Como un manto de pequeñas cascadas, las breves hojas,
penden su silencio de árbol cóncavo,
como la sombra,
la sombra que abajo se derrama
y nutre la fina alfombra del suelo seco.
Si el pájaro busca su refugio
o cuando la lluvia late su honda transparencia
en las pequeñas ramas,
apenas la inmóvil forma se desplaza,
desgajándose apenas.
Sólo el viento hamaca definitivamente
su multitud infinita
y parece, entonces,
un muelle solo y perdido.
PASEO INEXISTENTE
Calle, tú no existes ahora,
a pesar de que paseo despacio entre tus árboles.
No tienes color ni te distingues
de otras innumerables que conozco.
He cerrado con dolor,
cada rincón, todas tus casas
y sigo, sigo caminando
autómata, no tengo alma.
CREACIÓN
(Se refiere a la creación del artista plástico e inspirado en el dibujo “Apheles” de Jorge Mansuelo)
Primero hay un sueño, una impresión,
el germen.
Solo con sus recuerdos,
en la noche piensa una forma pura ,
lejana aún.
Deja que surja ,
emerja de la corteza,
y quiera gritar,
como el perfil de una herida
como los ojos de alguien.
Una corteza abriendo una forma primitiva,
un remoto paisaje o un rostro,
una llama que vuela, o toda la pasión de un latido
que ahora sube hasta el final.
Piensa una imagen,
la figura que aún vive en las sombras de un recuerdo,
el color de la materia.
Un levísimo soplo que avanza.
Y ahora en la pared, el lienzo, el cartón
empezará el rito de la entrega,
del dolor, de la idea que bulle
como hojas brillando ,estirándose,
piedras, árboles, el mar, las casas,
la casa, el cuerpo, los cuerpos,
la forma entera.
Y así el infinito mundo
el espacio rojo, azul, desplegado, comprimido
marcha, muere, sigue, avanza nuevamente
con una idea violeta o verde,
aterciopelada,
viva.
Entonces sí, es su mundo, su universo de estrellas,
su mapa de colores, tiernos como palomas
o rojos como tigres de fuego.
Y descansa, y mira, y acaricia y mira.
Y no deja de mirar su obra.
(Ciudad Autónoma de Buenos Aires-Buenos Aires)
EL QUE CALUMNIA
Caminos (Botella al Mar, 2009)
Avanza con el tridente
esparciendo el aliento de la flor envenenada,
desplegando sus palabras de espinas
clavando los surcos
por donde el ultraje quema.
Mientras, muerde cada cavilación,
cada intersticio de la lengua
y sus escamas resplandecen con cada victoria.
Entonces, el viejo animal trepa a su muralla
y mira alrededor
y no hay nadie, nadie.
Está solo con su magma.
Ni siquiera puede llorar.
LA FINITUD
Es un muro que nos espera
o la sombra de ese horizonte
que aún lejanamente vislumbramos.
Se encuentra entre la luz y las cenizas
entre el alba y la noche
entre la vida y la muerte.
Queremos olvidarla,
hacerla desaparecer
taparla con una túnica verde
con árboles a los costados.
Pero está,
muda y remota,
invencible,
como una bella roca,
esperando
en el final del camino.
RECORRIDO DE LA LÁGRIMA
Nace de una memoria que fue amor
o de un capullo herido que envuelve su corazón
en el océano.
Como una perla herida corre hacia tu pecho
y nadie viene a ver, a escuchar,
a cobijar esta pequeña,
grande lágrima.
Ahora sigue buscando un recorrido,
buscando una roca que clame tu nombre,
deteniéndose a veces, en la orilla del silencio,
en el camino que las flores le negaron.
Por eso la lágrima no cae aún
y vuela hacia tu boca
y siente una pesada piedra detrás de sus bordes,
dilatándose como un aullido,
comiéndose el gusto helado del vacío.
No cae aún
porque quiere ver cómo es el precipicio,
cómo el delgado surco que la separa de tu amor,
desaparece.
Pero nadie vino a ver, a escuchar
y duda entonces si avanza con su lanza de lamentos
o busca la campana que adentro todavía suena.
APENAS VIVIMOS
A veces caminamos por calles
donde estuvo la infancia,
donde el musgo huele a piedra de juguete pesado
y un rostro resucita un calendario largo.
No hay auxilio para tantos recuerdos
cuando lo preciso es sólo un destino matemático
y en el alma hay olores de rodillas,
a manos, a empujones
a violetas de vereda paseada de la mano.
Porque vamos por la misma calle lúdica de entonces,
con un poco de frío y dudas derrotadas
(los árboles apenas son distintos).
Así andamos,
un poco solos,
menos temibles,
con algo de viejo papel y leche primitiva
con las uñas mirando en el reloj de la última ventana.
Dónde estarán los ojos de ese tiempo
del que ahora nos llega lejanamente nuestro,
tan lejos de esta historia que graban las paredes
y las manos altas.
Por eso,
si tanto ha cambiado,
si hasta el último pájaro siguió su curso original
y los edificios se aplastan al asfalto
para llorar a gritos,
es mejor que sigamos.
Disimuladamente solos.
Antes de partir, queda el instinto
ENIGMA PARA HOY
El futuro es un sueño que nos come la carne
o toda la sangre para el comienzo.
Todo depende de este instante
y del próximo.
Alguna luz debe brillar mañana.
LLUEVE
Este cielo de gris que sueña para abajo.
Y anochece.
Esta absurda sensación de sentirnos libres
porque llueve.
Alguien corre.
La lluvia nos moja los zapatos.
Y huimos,
torpemente
EL HORIZONTE
Allí, en ese abismo de la pampa
o del mar o del desierto,
en ese abismo donde los ojos caen
y no hay nadie, nadie
En la hendidura del cielo
donde vuelas hacia esa línea dura
mientras el sol avanza y ya no puedes ver
Quieres lanzar tu corazón hacia la luz
sacarlo de tu cuerpo
y hacer como los pájaros
que huyen a la orilla del mundo
y no regresan.
Qué, quién
más allá de la frontera infinita…
Es el hechizo de esa línea
que te mantiene así,
puedes irte pero te quedas
puedes desaparecer
pero permaneces mirando ese final
lejos…
Cuántas veces
en la frontera inmóvil
vuelan capas de ángeles
y los caballos levantan sus cabezas
y en el cielo corren, corren…
Allí también vieron su sombra negra
aquéllos, antes de la batalla
con el recuerdo de esos días felices,
casi olvidados
con una tierra, árboles, hogar,
casi perdidos.
Horizonte, horizonte…
dueño de nuestros pensamientos, nuestras derrotas
nuestros sueños
Quizás alguien vislumbre desde ese punto,
nuestra frágil plataforma de hombre que mira
Y decimos entonces
que sólo existe esa línea pura,
perfecta, silenciosa.
AL AGUARIBAY
Con tu caudal de copa espesa,
con tus bordes de delicadas plumas pendulares,
con tu enorme curva de copa que cae,
llegas al perfecto mundo de la espera.
Como un manto de pequeñas cascadas, las breves hojas,
penden su silencio de árbol cóncavo,
como la sombra,
la sombra que abajo se derrama
y nutre la fina alfombra del suelo seco.
Si el pájaro busca su refugio
o cuando la lluvia late su honda transparencia
en las pequeñas ramas,
apenas la inmóvil forma se desplaza,
desgajándose apenas.
Sólo el viento hamaca definitivamente
su multitud infinita
y parece, entonces,
un muelle solo y perdido.
PASEO INEXISTENTE
Calle, tú no existes ahora,
a pesar de que paseo despacio entre tus árboles.
No tienes color ni te distingues
de otras innumerables que conozco.
He cerrado con dolor,
cada rincón, todas tus casas
y sigo, sigo caminando
autómata, no tengo alma.
CREACIÓN
(Se refiere a la creación del artista plástico e inspirado en el dibujo “Apheles” de Jorge Mansuelo)
Primero hay un sueño, una impresión,
el germen.
Solo con sus recuerdos,
en la noche piensa una forma pura ,
lejana aún.
Deja que surja ,
emerja de la corteza,
y quiera gritar,
como el perfil de una herida
como los ojos de alguien.
Una corteza abriendo una forma primitiva,
un remoto paisaje o un rostro,
una llama que vuela, o toda la pasión de un latido
que ahora sube hasta el final.
Piensa una imagen,
la figura que aún vive en las sombras de un recuerdo,
el color de la materia.
Un levísimo soplo que avanza.
Y ahora en la pared, el lienzo, el cartón
empezará el rito de la entrega,
del dolor, de la idea que bulle
como hojas brillando ,estirándose,
piedras, árboles, el mar, las casas,
la casa, el cuerpo, los cuerpos,
la forma entera.
Y así el infinito mundo
el espacio rojo, azul, desplegado, comprimido
marcha, muere, sigue, avanza nuevamente
con una idea violeta o verde,
aterciopelada,
viva.
Entonces sí, es su mundo, su universo de estrellas,
su mapa de colores, tiernos como palomas
o rojos como tigres de fuego.
Y descansa, y mira, y acaricia y mira.
Y no deja de mirar su obra.
Amelia Arellano
AMELIA ARELLANO
(San Luis-San Luis)
DESNUDEZ DE PALOMA
“Siempre creo estar en otra escena,
y encuentro mi lugar en la que ya he perdido,
eso significa tal vez, que nunca estoy en parte alguna...”
Julia Ulceda
Esta desnudez de paloma no sé de dónde viene.
Hondo silencio. Límites. Inabordable tiempo.
Una sed estallada en el espejo.
Límites. Inabarcable tiempo.
Códigos de células. Abismos sin cancelas.
Denuda desnudez...y un letargo.
Un lugar donde estoy, pero que nunca estuvo.
Que está, pero sin mí.
Un lugar que desoye mi nombre.
Que no me toca, que me niega y me ciega.
Esta desnudez no se inicia en el páramo.
Desde más allá, viene.
A partir desde los cinco dedos de la mano.
Camafeo de angustia. Huellas digitales.
Sed de fauno. Aguijón. Lluvia. Certeza.
Sobre todo certeza.
Desde el linaje verde, bendigo esta certeza.
Esta desnudez de paloma.
Destino de gotas en la hierba. De pradera.
De brote. De hojarasca.
Que me cubre. Me puebla. Me sostiene.
Desnudez que me viene desde lejos...y me arraiga.
MIL PÁJAROS DE FUEGO
Esa mujer es una revolución.
De ríos subterráneos. De espejos. De volcanes.
Sabe que no ha nacido para.
Que no ha nacido de.
Que puede ser madre bendecida. Célula madre.
Amada. Venerada. Idolatrada.
Madre de mayo. Madre de alquiler. Puta madre.
Santa venerada. Santa bárbara. Santa Juana de Arco.
Hécate. Hechicera. Súcubo.
Que puede ser Lilith y expulsada de las sagradas escrituras.
Repudiada maldita. Amante descastada.
Sabe que puede ser paloma: tibia y quieta.
Que puede tener la fuerza de un león.
Que pude ser alondra. Camalote. Hiedra.
Que con su legua pude voltear un potro a latigazos.
Pero ella busca el fuego. El vuelo.
El trueno y las voces de las nubes.
Se encuentra con el infierno congelado del Dante.
Desempolva retratos. Genes. Sabias manos nudosas.
Cubre con cortinas de lienzo. Paradojas. Cerrojos y anatemas.
Y busca porque encuentra, encuentra porque busca:
Hoy le han legado mil pájaros de fuego.
Mil pájaros de fuego que caben en el hueco de la mano.
Mil trigales, mil esperas, mil estrellas.
El fuego la rodea, la rodean los vuelos.
Se alejan los inviernos de pedradas lentas.
De helados médanos. De chapas escarchadas.
De putas tristes. De borrachos alegres.
De rodillas rapadas. De piojos. De salitre.
De basurales con fábulas dolientes.
De hospitales. De esputos. De violencia.
Se revuelca en gloriosa soledad de orfebre.
Revive los pájaros y el fuego.
Toma, con manos frías, la lumbre, la llave y la bengala.
Mira cómo van cayendo, una a una, estrellas en el mar.
Cuando las noches se vuelvan oscuras profecías.
Allí estarán, lo sabe.
Allí estarán, al alcance de su vuelo.
El trueno, las voces de las nubes
Y el esplendor de mil pájaros de fuego.
...mil pájaros de fuego...
DUELO
“¿Tendrá por fin tu cuerpo ,sustentar
Al gusano que herede tu derroche”
William Shakespeare
Yo, Yocasta. Tengo dos piedras en mi mano.
Una, lengua cortada. Otra, oráculo de miedo.
He de evadir este puñal que me cercena el pecho.
Esta profecía, esta condena.
Ciega mis caderas. Enmudece mis muslos.
Como una cabra loca escalaré las cimas del placer.
Me dejaré llevar por el viento del oeste.
Mi sexo, bífido. Mi ánima, salvaje.
Salvaje polen. Amapolas secretas.
Oscuridad y luz. Aire y jadeo.
Y sed. Sobre todo, sed.
El páramo necesita de la lluvia.
¿La lluvia necesita del páramo?
Yo, Yocasta. Tengo dos piedras en mis manos.
Dos piedras en mis pechos. En mis pies, dos piedras.
El rey de espadas tiene un falo en la mano.
Un as de bastos, un báculo.
Y ríe...solo ríe.
REFUGIO
“He leído muchos poemas en mi vida, pero nunca había visitado uno.
Las palabras eran, las de una habitación, que me acogía”
John Berger
Traigo una piedra temblándome en los siglos.
Un talismán. Espacio de los santuarios de todos los azules.
De todos los arroyos. De todos los jirones de mi cuerpo.
El llegó porque si. Como llega la lluvia.
Nos encontramos en un rincón de la palabra nueva.
Venía de trenes de cemento .De vagones de moho.
Yo, iba buscando de nuevo, las acacias.
Una metamorfosis de Eva y de manzana.
Abrió la puerta. Y en esa puerta, desnuda, lo saludo.
Desnudez más casta que una niña en el páramo.
El llega, ardiendo en lejanías.
Con un vino callado. Tan callado.
Como un toro .Como una plaza. Como un niño dormido.
...Y recordamos juntos...
Antiguas osamentas .Enlutado país, en renuncia de trigo.
Inservibles monedas, de indescifrables signos.
Viejos profanados en delirio de escarcha.
Jóvenes amordazados de purgatorios tristes.
Niños muertos sobre maderas vírgenes.
...Y aquí estamos. Fundando otra vez, refugios.
Un oasis, una pared de pircas. Una barricada.
Con boca amarga, con resaca.
Desmenuzando una tristeza en migas.
Con una cruel costumbre. Una necesidad. Un hambre.
De sur, de norte. De vida.
Sobre todo, de vida.
PAÑUELOS
“Tengo el alma como una caravana
cargada de pañuelos ,
llena de olvidos y partidas...”
Nela Río
Dicen, que los pañuelos traen lágrimas.
Que traen desazón y olvidos y partidas.
Pero vuelven.
Vuelven como pájaros sagrados.
Rescatados de mercaderes ciegos.
Se posan en mis dudas, rozan mis tristezas.
Se enredan en mi cuello. Descienden por mis pechos.
Abrasan mi cintura. Agitan mis secretas grutas.
Cintas verdes en mis marchitas sierpes.
Vuelven por ti. Por mí. Trepan
Se adhieren a mi ramaje oscuro.
Develan trazos de aquel cielo. Ay, aquel cielo, ay.
Altas cumbres. Calandrias. Ríos de maíz. Niña Río.
Río...o lloro. Valles callados. Amorosos lagos.
Y les pregunto y me cuentan y gime mi corazón y canta.
Llanto claro de madre. Leves huellas del sudor de mi padre.
Anagramas. Nombres de mis hermanos.
Calados en las rocas.
En las huellas polvorientas de los carros.
En la certeza de aquel árbol que me espera.
Cubren las largas cabelleras de las siestas de oro.
Y las zambas y los trenes y la luna agitando pañuelos.
Dicen que los pañuelos traen lágrimas.
Que traen desazón y olvido y partidas.
Y regresos...y MEMORIA...sobre todo memoria.
ACASO, LA MISMA
Es otra, acaso es otra la que va recobrando su pelo, su vestido, su manera, la que ahora retoma su vertical, su peso... se sale por la puerta, entera y pura y no busca saber, no necesita, y no quiere saber nada de nadie....
Idea Villarino
Dentro de mi cuerpo, mora una mujer que no soy yo.
Dentro de mi carne, se desangra una mujer que no soy yo.
Sentada en mi sillón de mimbre sostiene el cuerpo que no me pertenece.
La que habita mi casa y habla con mi voz, no soy yo.
Me asustan, en la noche bestias hambrientas.
Una mujer, que no soy yo, se deshace en gritos
En mi corazón, retumban, sus latidos.
Siento el terror de animal maniatado.
Esa mujer, que no soy yo, huye con mis pies.
Unas manos, que no son mías, borran mi autorretrato.
Mira el precipicio de La Garganta Azul.
El vértigo, las nauseas y el sudor, lo siento yo.
Parada y quieta en el umbral del tiempo, veo, mi cuerpo que salta al abismo de la noche.
La sombra que reflejan mis pasos es de una mujer que me es ajena.
A esa mujer que no soy yo, le besas y le muerdes la boca.
La mujer se desnuda. Se quita los vestidos y los deja en el suelo.
También mi corazón.
Yo, restaño la sangre de mi herida.
Un mujer que no soy yo, extiende mis manos y alimenta los pájaros.
Los pájaros comen, de sus manos, mis propias migajas.
Una niña que no soy yo, mira con mis ojos la amante de mi padre.
En unos ojos que no son míos, queda suspendida una lágrima ajena.
La niña que no soy, escucha con mi oído el tango “Sur”
Quedan cicatrices en mi piel de la fábula que no es la mía.
Una mujer que no soy yo, con mi luz, enciende una vela.
Iluminados jirones de infancia, en fosforescencia de retamas, encienden el día.
LOS ROSTROS DE LAS HOJAS
Dedicado con inmenso afecto a mis compañeras del Movimiento Internacional “Los puños de la Paloma” A NORMA SEGADES, por su lealtad, por su tesón, por su compromiso con la palabra
Azrael, no hay luz sin sombras, ni muerte sin vida.
No hay temor, sin anhelo y si han olvidado nuestros nombres es porque nos recuerdan... más que nunca.
Abrázame Azrael. Hoy tengo mucho frío.
Frío de rojo oscuro, de bronce, de cementerio gris.
Abrázame, que huelo a ausencia.
Huellas de piadoso olvido. Van y viene. De aquí, de allá.
Reencarnación que viene desde los desiertos más puros.
Desde la albahaca, de los crisantemos, de los brezos.
Desde los salitrales, de los ríos de azufre.
Has escrito y borrado mi nombre, tantas veces. Tantas.
Lo has escrito en destellante luz o en ébano
En los serenos ojos. En los miserables agujeros de la soledad.
Abrázame que hoy me duelen los rostros de las hojas
Hojas que no caen. Plurales, singulares.
Las manzanas de yeso, las estatuas.
El sudor y la frente y la boca y las naranjas agrias.
Cubre mis pechos un escorpión insomne.
Una orfandad. Una patria desnuda.
Lloviznas ácidas de egoísmo y envidia
Dioses de arpillera que huyen.
Y los busco y los persigo y doblan en la esquina del deseo.
Abrázame que hoy tengo río
Y me duele tu condena, que es la mía.
La lengua descalza hasta la pantorrilla.
El olor a moho, en el pelo.
En las sábanas. En las sienes.
El olor a rosa madre de carne deshojada.
A las urgentes batallas perdidas.
Abrázame. Tengo frío de barcos y las huellas, son vagas.
Marcas en la rosa. En el sedal En la metralla.
Figuras. Contraseñas. Y cruces.
Y la brújula está rota y no encuentro el este.
Y aun no he podido descifrar los signos.
Y no encuentro los códigos secretos.
Y añoro, y me arrodillo.
Y una flecha de luz emerge de las hojas.
Y se detiene. Allí mismo. En el mismo lugar.
Se detiene.
DOÑA JUANA, PÁJARO Y PRADERA.
“No hay que tener miedo ni de la pobreza, ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo”
E de Frigia
Doña Juana es gorrión y pradera.
Carga sus ochenta rosas penitentes.
Levemente.
Cual si fueran pétalos de seda.
De cristal. De vuelo de palomas.
Ha evadido el valle de las amarguras.
Y ama, apasionadamente.
Esta arena, esta tierra arcillosa que es su boca.
No le teme a la pobreza.
Es solo un monstruo ponzoñoso, dormido.
La ha escuchado llegar como el retumbe de mil potros salvajes.
Y le ha abierto la puerta, de par, en par.
La puerta de entrada y la puerta de salida.
-Solo es cuestión de tiempo-
Conoce la pobreza, como el río natal.
La ha visto trepar sobre la roca niña.
En los jazmines, en los sauces, en los palos santos.
En las madre - selvas varicosas.
En su luz. En las alas del sol.
En los techos espejados de escarcha.
En el agua oculta bajo la hiedra seca.
En su sed y en sus vides.
En su hambre y su saliva amarga.
En dulcísima pulpa de duraznos tempranos.
En sus benditas manos rocallosas.
En su oficio de ayeres.
En su canto de salvaje alegría.
En su canto... y su perenne eco.
Un eco, y otro eco, y miles ecos más.
Y ERA SÁBADO.
Qué hermosas son las centáurides, aunque tengan cuerpo de yeguas; porque algunas crecen de yeguas blancas, otras de yeguas castañas, y el pelaje de otras es manchado, pero todas brillan como las yeguas bien cuidadas. También hay centáurides blancas que crecen de yeguas negras y la oposición de colores produce una criatura unida de gran belleza.
Filóstrato, El Viejo
Era sábado.
Los instintos se ocultaban en la bruma.
La cordura era un caballo negro, desnudo.
Blanca luna de plata.
Grabamos, en un pacto rupestre.
A fuego lento, enardecidos.
A fragua y yunque.
Extrañísimos. Secretísimos signos.
Astrágalos.
Si alguna vez emigro de tu cuerpo.
-Recuerdo que dijiste-
Búscame aquí. Te estaré esperando.
Y ahora ha emigrado el corcel y el hombre.
Mi perfil te busca
Tengo las zarpas rotas. Hay verbenas salvajes.
Entre ellas, casi dormida, una mansa yegua.
Y era sábado.
DE MUJER A MUJER **
Aquí en tus parajes terrenales.
De mujer a mujer.
Yo te convoco Lucila Godoy.
Muchacha triste de la desolación.
Amor y muerte.
Suicidio de preguntas sin respuestas.
Aquí te nombro Lucila Godoy.
Y tu ausencia suena como guitarra rota.
Y aun te buscan el enebro y el olmo.
Y el polvo extraña las huellas de tus pies pequeños.
Y te nombro y se enciende el olor a los almendros.
El olor a madre y pan casero.
El río llora en cada grieta de las piedras.
El viento gime y se tiende a tu lado.
Yo con la Potestad bautismal del Río Elqui.
Te bendigo Gabriela Mistral.
Tu cuerpo desnudo calla y duerme.
Y el eco de los desfiladeros en la Cordillera.
Es tu canción de cuna.
Y la nuestra Lucía Godoy. La nuestra
**- octubre de 2011-
Poema leído en las cercanías de la tumba de Gabriela Mistral… o Lucila Godoy : Dedicado a las mujeres del mundo , a las chilenas y a mi amiga Marta Zabaleta.
TU BOCA
“El primer beso no se da con la boca sino con la mirada”
Tristan Bernard
Calla, amor. Calla y dame tu boca.
Yo te he dar mis ojos, mi mirada, mi pausa.
Es noche de conjuros y de lobisones.
El séptimo hijo cae en los abismos.
La serpiente se arrastra y el ángel cae.
En la cueva de Merlín hay sonidos extraños.
El búho se esconde y la cigarra calla.
Dame tu boca de jazmín de leche.
Tu boca andrógina en mis pechos de hembra.
Se mono. Pez azul. Ballenato
Dame el milagro de tu concavidad de fugas y corcheas.
Tan exacta Tan certera.
Tan puntual .Como la milenaria brújula del viento.
Tu boca, ansiosamente dolorosa.
Tu boca, rumor de tallos y espumas de azucenas
Tu boca, tu boca universal.
Tu propia existencia te sostiene.
Como el aire tibio, la arena y el deshielo.
Me sostiene tu boca.
Improvisado poema de mí especie: Huerto fértil.
Y tu pulso, mi niño, ah, tu pulso.
Latido .Lirio irredento. Espurio. Casi saciado.
Duerme mi niño, duerme y calla tu boca.
Afuera. Lejos de mis brazos.
Deambula un mundo, sin promesas.
Sin promesas, un mundo.
(San Luis-San Luis)
DESNUDEZ DE PALOMA
“Siempre creo estar en otra escena,
y encuentro mi lugar en la que ya he perdido,
eso significa tal vez, que nunca estoy en parte alguna...”
Julia Ulceda
Esta desnudez de paloma no sé de dónde viene.
Hondo silencio. Límites. Inabordable tiempo.
Una sed estallada en el espejo.
Límites. Inabarcable tiempo.
Códigos de células. Abismos sin cancelas.
Denuda desnudez...y un letargo.
Un lugar donde estoy, pero que nunca estuvo.
Que está, pero sin mí.
Un lugar que desoye mi nombre.
Que no me toca, que me niega y me ciega.
Esta desnudez no se inicia en el páramo.
Desde más allá, viene.
A partir desde los cinco dedos de la mano.
Camafeo de angustia. Huellas digitales.
Sed de fauno. Aguijón. Lluvia. Certeza.
Sobre todo certeza.
Desde el linaje verde, bendigo esta certeza.
Esta desnudez de paloma.
Destino de gotas en la hierba. De pradera.
De brote. De hojarasca.
Que me cubre. Me puebla. Me sostiene.
Desnudez que me viene desde lejos...y me arraiga.
MIL PÁJAROS DE FUEGO
Esa mujer es una revolución.
De ríos subterráneos. De espejos. De volcanes.
Sabe que no ha nacido para.
Que no ha nacido de.
Que puede ser madre bendecida. Célula madre.
Amada. Venerada. Idolatrada.
Madre de mayo. Madre de alquiler. Puta madre.
Santa venerada. Santa bárbara. Santa Juana de Arco.
Hécate. Hechicera. Súcubo.
Que puede ser Lilith y expulsada de las sagradas escrituras.
Repudiada maldita. Amante descastada.
Sabe que puede ser paloma: tibia y quieta.
Que puede tener la fuerza de un león.
Que pude ser alondra. Camalote. Hiedra.
Que con su legua pude voltear un potro a latigazos.
Pero ella busca el fuego. El vuelo.
El trueno y las voces de las nubes.
Se encuentra con el infierno congelado del Dante.
Desempolva retratos. Genes. Sabias manos nudosas.
Cubre con cortinas de lienzo. Paradojas. Cerrojos y anatemas.
Y busca porque encuentra, encuentra porque busca:
Hoy le han legado mil pájaros de fuego.
Mil pájaros de fuego que caben en el hueco de la mano.
Mil trigales, mil esperas, mil estrellas.
El fuego la rodea, la rodean los vuelos.
Se alejan los inviernos de pedradas lentas.
De helados médanos. De chapas escarchadas.
De putas tristes. De borrachos alegres.
De rodillas rapadas. De piojos. De salitre.
De basurales con fábulas dolientes.
De hospitales. De esputos. De violencia.
Se revuelca en gloriosa soledad de orfebre.
Revive los pájaros y el fuego.
Toma, con manos frías, la lumbre, la llave y la bengala.
Mira cómo van cayendo, una a una, estrellas en el mar.
Cuando las noches se vuelvan oscuras profecías.
Allí estarán, lo sabe.
Allí estarán, al alcance de su vuelo.
El trueno, las voces de las nubes
Y el esplendor de mil pájaros de fuego.
...mil pájaros de fuego...
DUELO
“¿Tendrá por fin tu cuerpo ,sustentar
Al gusano que herede tu derroche”
William Shakespeare
Yo, Yocasta. Tengo dos piedras en mi mano.
Una, lengua cortada. Otra, oráculo de miedo.
He de evadir este puñal que me cercena el pecho.
Esta profecía, esta condena.
Ciega mis caderas. Enmudece mis muslos.
Como una cabra loca escalaré las cimas del placer.
Me dejaré llevar por el viento del oeste.
Mi sexo, bífido. Mi ánima, salvaje.
Salvaje polen. Amapolas secretas.
Oscuridad y luz. Aire y jadeo.
Y sed. Sobre todo, sed.
El páramo necesita de la lluvia.
¿La lluvia necesita del páramo?
Yo, Yocasta. Tengo dos piedras en mis manos.
Dos piedras en mis pechos. En mis pies, dos piedras.
El rey de espadas tiene un falo en la mano.
Un as de bastos, un báculo.
Y ríe...solo ríe.
REFUGIO
“He leído muchos poemas en mi vida, pero nunca había visitado uno.
Las palabras eran, las de una habitación, que me acogía”
John Berger
Traigo una piedra temblándome en los siglos.
Un talismán. Espacio de los santuarios de todos los azules.
De todos los arroyos. De todos los jirones de mi cuerpo.
El llegó porque si. Como llega la lluvia.
Nos encontramos en un rincón de la palabra nueva.
Venía de trenes de cemento .De vagones de moho.
Yo, iba buscando de nuevo, las acacias.
Una metamorfosis de Eva y de manzana.
Abrió la puerta. Y en esa puerta, desnuda, lo saludo.
Desnudez más casta que una niña en el páramo.
El llega, ardiendo en lejanías.
Con un vino callado. Tan callado.
Como un toro .Como una plaza. Como un niño dormido.
...Y recordamos juntos...
Antiguas osamentas .Enlutado país, en renuncia de trigo.
Inservibles monedas, de indescifrables signos.
Viejos profanados en delirio de escarcha.
Jóvenes amordazados de purgatorios tristes.
Niños muertos sobre maderas vírgenes.
...Y aquí estamos. Fundando otra vez, refugios.
Un oasis, una pared de pircas. Una barricada.
Con boca amarga, con resaca.
Desmenuzando una tristeza en migas.
Con una cruel costumbre. Una necesidad. Un hambre.
De sur, de norte. De vida.
Sobre todo, de vida.
PAÑUELOS
“Tengo el alma como una caravana
cargada de pañuelos ,
llena de olvidos y partidas...”
Nela Río
Dicen, que los pañuelos traen lágrimas.
Que traen desazón y olvidos y partidas.
Pero vuelven.
Vuelven como pájaros sagrados.
Rescatados de mercaderes ciegos.
Se posan en mis dudas, rozan mis tristezas.
Se enredan en mi cuello. Descienden por mis pechos.
Abrasan mi cintura. Agitan mis secretas grutas.
Cintas verdes en mis marchitas sierpes.
Vuelven por ti. Por mí. Trepan
Se adhieren a mi ramaje oscuro.
Develan trazos de aquel cielo. Ay, aquel cielo, ay.
Altas cumbres. Calandrias. Ríos de maíz. Niña Río.
Río...o lloro. Valles callados. Amorosos lagos.
Y les pregunto y me cuentan y gime mi corazón y canta.
Llanto claro de madre. Leves huellas del sudor de mi padre.
Anagramas. Nombres de mis hermanos.
Calados en las rocas.
En las huellas polvorientas de los carros.
En la certeza de aquel árbol que me espera.
Cubren las largas cabelleras de las siestas de oro.
Y las zambas y los trenes y la luna agitando pañuelos.
Dicen que los pañuelos traen lágrimas.
Que traen desazón y olvido y partidas.
Y regresos...y MEMORIA...sobre todo memoria.
ACASO, LA MISMA
Es otra, acaso es otra la que va recobrando su pelo, su vestido, su manera, la que ahora retoma su vertical, su peso... se sale por la puerta, entera y pura y no busca saber, no necesita, y no quiere saber nada de nadie....
Idea Villarino
Dentro de mi cuerpo, mora una mujer que no soy yo.
Dentro de mi carne, se desangra una mujer que no soy yo.
Sentada en mi sillón de mimbre sostiene el cuerpo que no me pertenece.
La que habita mi casa y habla con mi voz, no soy yo.
Me asustan, en la noche bestias hambrientas.
Una mujer, que no soy yo, se deshace en gritos
En mi corazón, retumban, sus latidos.
Siento el terror de animal maniatado.
Esa mujer, que no soy yo, huye con mis pies.
Unas manos, que no son mías, borran mi autorretrato.
Mira el precipicio de La Garganta Azul.
El vértigo, las nauseas y el sudor, lo siento yo.
Parada y quieta en el umbral del tiempo, veo, mi cuerpo que salta al abismo de la noche.
La sombra que reflejan mis pasos es de una mujer que me es ajena.
A esa mujer que no soy yo, le besas y le muerdes la boca.
La mujer se desnuda. Se quita los vestidos y los deja en el suelo.
También mi corazón.
Yo, restaño la sangre de mi herida.
Un mujer que no soy yo, extiende mis manos y alimenta los pájaros.
Los pájaros comen, de sus manos, mis propias migajas.
Una niña que no soy yo, mira con mis ojos la amante de mi padre.
En unos ojos que no son míos, queda suspendida una lágrima ajena.
La niña que no soy, escucha con mi oído el tango “Sur”
Quedan cicatrices en mi piel de la fábula que no es la mía.
Una mujer que no soy yo, con mi luz, enciende una vela.
Iluminados jirones de infancia, en fosforescencia de retamas, encienden el día.
LOS ROSTROS DE LAS HOJAS
Dedicado con inmenso afecto a mis compañeras del Movimiento Internacional “Los puños de la Paloma” A NORMA SEGADES, por su lealtad, por su tesón, por su compromiso con la palabra
Azrael, no hay luz sin sombras, ni muerte sin vida.
No hay temor, sin anhelo y si han olvidado nuestros nombres es porque nos recuerdan... más que nunca.
Abrázame Azrael. Hoy tengo mucho frío.
Frío de rojo oscuro, de bronce, de cementerio gris.
Abrázame, que huelo a ausencia.
Huellas de piadoso olvido. Van y viene. De aquí, de allá.
Reencarnación que viene desde los desiertos más puros.
Desde la albahaca, de los crisantemos, de los brezos.
Desde los salitrales, de los ríos de azufre.
Has escrito y borrado mi nombre, tantas veces. Tantas.
Lo has escrito en destellante luz o en ébano
En los serenos ojos. En los miserables agujeros de la soledad.
Abrázame que hoy me duelen los rostros de las hojas
Hojas que no caen. Plurales, singulares.
Las manzanas de yeso, las estatuas.
El sudor y la frente y la boca y las naranjas agrias.
Cubre mis pechos un escorpión insomne.
Una orfandad. Una patria desnuda.
Lloviznas ácidas de egoísmo y envidia
Dioses de arpillera que huyen.
Y los busco y los persigo y doblan en la esquina del deseo.
Abrázame que hoy tengo río
Y me duele tu condena, que es la mía.
La lengua descalza hasta la pantorrilla.
El olor a moho, en el pelo.
En las sábanas. En las sienes.
El olor a rosa madre de carne deshojada.
A las urgentes batallas perdidas.
Abrázame. Tengo frío de barcos y las huellas, son vagas.
Marcas en la rosa. En el sedal En la metralla.
Figuras. Contraseñas. Y cruces.
Y la brújula está rota y no encuentro el este.
Y aun no he podido descifrar los signos.
Y no encuentro los códigos secretos.
Y añoro, y me arrodillo.
Y una flecha de luz emerge de las hojas.
Y se detiene. Allí mismo. En el mismo lugar.
Se detiene.
DOÑA JUANA, PÁJARO Y PRADERA.
“No hay que tener miedo ni de la pobreza, ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo”
E de Frigia
Doña Juana es gorrión y pradera.
Carga sus ochenta rosas penitentes.
Levemente.
Cual si fueran pétalos de seda.
De cristal. De vuelo de palomas.
Ha evadido el valle de las amarguras.
Y ama, apasionadamente.
Esta arena, esta tierra arcillosa que es su boca.
No le teme a la pobreza.
Es solo un monstruo ponzoñoso, dormido.
La ha escuchado llegar como el retumbe de mil potros salvajes.
Y le ha abierto la puerta, de par, en par.
La puerta de entrada y la puerta de salida.
-Solo es cuestión de tiempo-
Conoce la pobreza, como el río natal.
La ha visto trepar sobre la roca niña.
En los jazmines, en los sauces, en los palos santos.
En las madre - selvas varicosas.
En su luz. En las alas del sol.
En los techos espejados de escarcha.
En el agua oculta bajo la hiedra seca.
En su sed y en sus vides.
En su hambre y su saliva amarga.
En dulcísima pulpa de duraznos tempranos.
En sus benditas manos rocallosas.
En su oficio de ayeres.
En su canto de salvaje alegría.
En su canto... y su perenne eco.
Un eco, y otro eco, y miles ecos más.
Y ERA SÁBADO.
Qué hermosas son las centáurides, aunque tengan cuerpo de yeguas; porque algunas crecen de yeguas blancas, otras de yeguas castañas, y el pelaje de otras es manchado, pero todas brillan como las yeguas bien cuidadas. También hay centáurides blancas que crecen de yeguas negras y la oposición de colores produce una criatura unida de gran belleza.
Filóstrato, El Viejo
Era sábado.
Los instintos se ocultaban en la bruma.
La cordura era un caballo negro, desnudo.
Blanca luna de plata.
Grabamos, en un pacto rupestre.
A fuego lento, enardecidos.
A fragua y yunque.
Extrañísimos. Secretísimos signos.
Astrágalos.
Si alguna vez emigro de tu cuerpo.
-Recuerdo que dijiste-
Búscame aquí. Te estaré esperando.
Y ahora ha emigrado el corcel y el hombre.
Mi perfil te busca
Tengo las zarpas rotas. Hay verbenas salvajes.
Entre ellas, casi dormida, una mansa yegua.
Y era sábado.
DE MUJER A MUJER **
Aquí en tus parajes terrenales.
De mujer a mujer.
Yo te convoco Lucila Godoy.
Muchacha triste de la desolación.
Amor y muerte.
Suicidio de preguntas sin respuestas.
Aquí te nombro Lucila Godoy.
Y tu ausencia suena como guitarra rota.
Y aun te buscan el enebro y el olmo.
Y el polvo extraña las huellas de tus pies pequeños.
Y te nombro y se enciende el olor a los almendros.
El olor a madre y pan casero.
El río llora en cada grieta de las piedras.
El viento gime y se tiende a tu lado.
Yo con la Potestad bautismal del Río Elqui.
Te bendigo Gabriela Mistral.
Tu cuerpo desnudo calla y duerme.
Y el eco de los desfiladeros en la Cordillera.
Es tu canción de cuna.
Y la nuestra Lucía Godoy. La nuestra
**- octubre de 2011-
Poema leído en las cercanías de la tumba de Gabriela Mistral… o Lucila Godoy : Dedicado a las mujeres del mundo , a las chilenas y a mi amiga Marta Zabaleta.
TU BOCA
“El primer beso no se da con la boca sino con la mirada”
Tristan Bernard
Calla, amor. Calla y dame tu boca.
Yo te he dar mis ojos, mi mirada, mi pausa.
Es noche de conjuros y de lobisones.
El séptimo hijo cae en los abismos.
La serpiente se arrastra y el ángel cae.
En la cueva de Merlín hay sonidos extraños.
El búho se esconde y la cigarra calla.
Dame tu boca de jazmín de leche.
Tu boca andrógina en mis pechos de hembra.
Se mono. Pez azul. Ballenato
Dame el milagro de tu concavidad de fugas y corcheas.
Tan exacta Tan certera.
Tan puntual .Como la milenaria brújula del viento.
Tu boca, ansiosamente dolorosa.
Tu boca, rumor de tallos y espumas de azucenas
Tu boca, tu boca universal.
Tu propia existencia te sostiene.
Como el aire tibio, la arena y el deshielo.
Me sostiene tu boca.
Improvisado poema de mí especie: Huerto fértil.
Y tu pulso, mi niño, ah, tu pulso.
Latido .Lirio irredento. Espurio. Casi saciado.
Duerme mi niño, duerme y calla tu boca.
Afuera. Lejos de mis brazos.
Deambula un mundo, sin promesas.
Sin promesas, un mundo.
Anamaría Mayol
ANAMARÍA MAYOL
(San Martín de los Andes-Neuquén)
DESNUDO TOTAL
Nos desnudamos sin sacarnos la ropa
nos desvestimos
despojándonos de las máscaras
de las sombras
del sudor
de la piel
de las palabras
Nos miramos de frente
como midiéndonos
nos vimos a la intemperie
saboreándonos
sin tocarnos
lamiéndonos las heridas
nos olfateamos
y más desnudos que nunca
descubrimos que éramos animales
de una misma especie
ESPEJO
Quizás del otro lado del espejo
me miren las imágenes
las copias de algún cuerpo imaginado
la sonrisa extendida como mueca
la niña descubriéndose mujer
o la mujer
que sarcástica baila
en el desnudo
descarnado tiempo
Quizás del otro lado del espejo
se abra el umbral
hacia la noche extensa sobre tu piel
con el hambre en los labios
en las manos
hacia algún laberinto no buscado
estén los sueños cautivos
ya soñados
la sospecha detrás del antifaz
el verdadero rostro de la muerte
Quizás del otro lado del espejo
se halle la orilla del recuerdo
el borde del abismo
que trepó la ternura
y perdure lo intacto
de nosotras mismas
A LO LEJOS
A mis amigas
Esa tarde dijo
me divorcié de un hombre
que mataba pájaros
sus claros ojos centinelas del mar
se oscurecieron
cayó el atardecer casi sin serlo
el tiempo
se deslizó hacia atrás como una rueda
allí estaba el silencio
de lo que no se nombra
allí entre mis manos
como una marca el tajo
y un nombre
una imagen sobre el polvo y el viento
un asesino de pájaros
en mi reloj de arena
y se sintieron trinos a lo lejos
Pensé que al fin de al cabo
somos sobrevivientes testificando el mundo
el acecho
los pájaros
la mordaza
los pájaros
la lluvia
deslizándose en la espalda
los pájaros
las otras sus plumajes
los pájaros
sobrevivientes
al miedo la vergüenza la herida
el ala rota
el silencio
los pájaros
y en mí todo fue ella
con la voz de otras voces
se repetía el eco
me divorcie de un hombre
que mataba pájaros
que mataba pájaros
que mataba pájaros
Con una misma herida cicatrizada en las alas
volvimos a su casa
más desnudas que nunca
rugía inmortal el mar en la ventana
mientras volaban pájaros
pájaros libres
pájaros
y se sintieron trinos a lo lejos
EL BORDE
Sólo asías la sombra
de un territorio libre
donde podías hallarme
surcar mi vientre
imaginarme tuya
sólo el borde
de un cuerpo
sin hallar las alas
sólo la superficie
raída por el tiempo
eco de cada cosa
que palpitó en mi piel
sin descifrar el código secreto
como quien se detiene en un umbral
veías acaso
la arena los escombros
en medio de un desierto
poblado de ayeres
Detrás
inalcanzable estaba el muro
igual que un maleficio
lleno de noche y sal
que te arrojaba al vacío
fuera de mí
con tu condena
encadenada a las manos
fuera de mí
y no eras más
que otro nombre inexacto
del exilio
otro borde
que susurraba en mi sangre
desesperanza
que susurraba
la nada
IRONICA EVOLUCION
Yo me vestí de otra y me elegí de nuevo
y me fui a otro horizonte
donde solté mi pelo
y lo dejé caer sobre los hombros
crecer como raíz
llegar al suelo
y confundí mi piel con la tibieza
de los árboles verdes de mi pueblo
y amé
amé una vez a un hombre
que me quería otra
me fui de él huyendo
hacia donde aguardaba
la del vestido nuevo
y lo dejé una tarde
y transité la pena
la soledad la noche
y se enredó en mis manos
un azul casi cielo
y alguna vez fui viento
fui libertad fui vuelo
y silbé melancólica la alegoría del fuego
y me fui transformando
como una semilla germinada en el suelo
envejecí mi rostro
me desvestí de nuevo
y floreció otro cuerpo
y me elegí
de nuevo
y volé en otros lares donde solté mi pelo
y me crecieron alas que me llevaron lejos
y regresé mil veces
a mi lugar
de nuevo
Ahora acaso más sabía
más yo-raíz más cielo
me fui al agua del río para sentir su anhelo
y sumergí mi cuerpo y naufragué de nuevo
y fui al mar a las playas
y me llené de cielo
y regresé de otra
y me elegí de nuevo
LUNAS
Y yo buscando dónde hallarte
la luna girando en su órbita
y otra vez luna llena
Y yo buscando
la última palabra
el gesto sin adioses
la imagen
con el amor brotando de los labios
Y yo buscando donde hallarte
y tú
en mi cabeza
adherido a mi piel a mis sentidos
y los silencios
cada vez más profundos
y tu distancia
cada vez más distante
y la luna en su orbita
otra vez luna llena
y yo buscando donde hallarte
inútilmente en mi tristeza
y la luna
la luna
otra vez luna llena
JUEGO?
Hay una mano sobre mi espalda
y juega
juega conmigo
con las otras mujeres
que a veces aparecen en mi piel
me dejo llevar por el susurro de su voz
hablándole a mi cuerpo
te despido
me despojo de esa cáscara amarga
sobre la piel
que aún posee tu aroma
de tu recuerdo en mí
te despido
tiemblo
y sé que puedo
abrir la noche con mis ojos
morder el viento
el silencio
reencontrar el vuelo
Hay una mano sobre mi espalda
húmeda
me desnuda lentamente de ti
juega conmigo
con las otras mujeres
que a veces aparecen en mi piel
y se despiden
y te despido
ERA ENTONCES
Era entonces el viento
los cardos que volaban
de una vereda a otra
amontonándose en los alambrados
la avenida de tierra
que perfumaba la lluvia
donde los eucaliptos se doblaban
intentando alcanzarnos
o la sequía intensa
que levantaba arena en primavera
Era mi hermana Mercedes
meciéndose en la hamaca
y mi madre leyendo
con sus amigos poetas
y mi abuelo ingeniero
plantando árboles
y mi padre narrándonos la historia
Era entonces La Pampa
con sus olores propios
y ese desierto inmenso
encendido en la noche
por una luna extraña
era entonces
la infancia
EN ESPIRAL
Me poseyó tu voz
y como en espiral
como una hoja seca en espiral
como una hoja seca
que flota con el viento en espiral
ascendí
descendí
surqué el aire de una vereda a otra
de un sitio a otro
me elevé
me elevé
sobre el mismo cielo –aire- viento
y como en espiral me ví caer
caer
indefensa volátil sobre tus manos
ha envejecido en mi rostro
A VECES
Era a veces un árbol
a veces pájaro y nido
a veces solo viento
que hamacaba las copas
otras veces la luz
filtrándose en el bosque
era a veces mujer
cuando llovía
(San Martín de los Andes-Neuquén)
DESNUDO TOTAL
Nos desnudamos sin sacarnos la ropa
nos desvestimos
despojándonos de las máscaras
de las sombras
del sudor
de la piel
de las palabras
Nos miramos de frente
como midiéndonos
nos vimos a la intemperie
saboreándonos
sin tocarnos
lamiéndonos las heridas
nos olfateamos
y más desnudos que nunca
descubrimos que éramos animales
de una misma especie
ESPEJO
Quizás del otro lado del espejo
me miren las imágenes
las copias de algún cuerpo imaginado
la sonrisa extendida como mueca
la niña descubriéndose mujer
o la mujer
que sarcástica baila
en el desnudo
descarnado tiempo
Quizás del otro lado del espejo
se abra el umbral
hacia la noche extensa sobre tu piel
con el hambre en los labios
en las manos
hacia algún laberinto no buscado
estén los sueños cautivos
ya soñados
la sospecha detrás del antifaz
el verdadero rostro de la muerte
Quizás del otro lado del espejo
se halle la orilla del recuerdo
el borde del abismo
que trepó la ternura
y perdure lo intacto
de nosotras mismas
A LO LEJOS
A mis amigas
Esa tarde dijo
me divorcié de un hombre
que mataba pájaros
sus claros ojos centinelas del mar
se oscurecieron
cayó el atardecer casi sin serlo
el tiempo
se deslizó hacia atrás como una rueda
allí estaba el silencio
de lo que no se nombra
allí entre mis manos
como una marca el tajo
y un nombre
una imagen sobre el polvo y el viento
un asesino de pájaros
en mi reloj de arena
y se sintieron trinos a lo lejos
Pensé que al fin de al cabo
somos sobrevivientes testificando el mundo
el acecho
los pájaros
la mordaza
los pájaros
la lluvia
deslizándose en la espalda
los pájaros
las otras sus plumajes
los pájaros
sobrevivientes
al miedo la vergüenza la herida
el ala rota
el silencio
los pájaros
y en mí todo fue ella
con la voz de otras voces
se repetía el eco
me divorcie de un hombre
que mataba pájaros
que mataba pájaros
que mataba pájaros
Con una misma herida cicatrizada en las alas
volvimos a su casa
más desnudas que nunca
rugía inmortal el mar en la ventana
mientras volaban pájaros
pájaros libres
pájaros
y se sintieron trinos a lo lejos
EL BORDE
Sólo asías la sombra
de un territorio libre
donde podías hallarme
surcar mi vientre
imaginarme tuya
sólo el borde
de un cuerpo
sin hallar las alas
sólo la superficie
raída por el tiempo
eco de cada cosa
que palpitó en mi piel
sin descifrar el código secreto
como quien se detiene en un umbral
veías acaso
la arena los escombros
en medio de un desierto
poblado de ayeres
Detrás
inalcanzable estaba el muro
igual que un maleficio
lleno de noche y sal
que te arrojaba al vacío
fuera de mí
con tu condena
encadenada a las manos
fuera de mí
y no eras más
que otro nombre inexacto
del exilio
otro borde
que susurraba en mi sangre
desesperanza
que susurraba
la nada
IRONICA EVOLUCION
Yo me vestí de otra y me elegí de nuevo
y me fui a otro horizonte
donde solté mi pelo
y lo dejé caer sobre los hombros
crecer como raíz
llegar al suelo
y confundí mi piel con la tibieza
de los árboles verdes de mi pueblo
y amé
amé una vez a un hombre
que me quería otra
me fui de él huyendo
hacia donde aguardaba
la del vestido nuevo
y lo dejé una tarde
y transité la pena
la soledad la noche
y se enredó en mis manos
un azul casi cielo
y alguna vez fui viento
fui libertad fui vuelo
y silbé melancólica la alegoría del fuego
y me fui transformando
como una semilla germinada en el suelo
envejecí mi rostro
me desvestí de nuevo
y floreció otro cuerpo
y me elegí
de nuevo
y volé en otros lares donde solté mi pelo
y me crecieron alas que me llevaron lejos
y regresé mil veces
a mi lugar
de nuevo
Ahora acaso más sabía
más yo-raíz más cielo
me fui al agua del río para sentir su anhelo
y sumergí mi cuerpo y naufragué de nuevo
y fui al mar a las playas
y me llené de cielo
y regresé de otra
y me elegí de nuevo
LUNAS
Y yo buscando dónde hallarte
la luna girando en su órbita
y otra vez luna llena
Y yo buscando
la última palabra
el gesto sin adioses
la imagen
con el amor brotando de los labios
Y yo buscando donde hallarte
y tú
en mi cabeza
adherido a mi piel a mis sentidos
y los silencios
cada vez más profundos
y tu distancia
cada vez más distante
y la luna en su orbita
otra vez luna llena
y yo buscando donde hallarte
inútilmente en mi tristeza
y la luna
la luna
otra vez luna llena
JUEGO?
Hay una mano sobre mi espalda
y juega
juega conmigo
con las otras mujeres
que a veces aparecen en mi piel
me dejo llevar por el susurro de su voz
hablándole a mi cuerpo
te despido
me despojo de esa cáscara amarga
sobre la piel
que aún posee tu aroma
de tu recuerdo en mí
te despido
tiemblo
y sé que puedo
abrir la noche con mis ojos
morder el viento
el silencio
reencontrar el vuelo
Hay una mano sobre mi espalda
húmeda
me desnuda lentamente de ti
juega conmigo
con las otras mujeres
que a veces aparecen en mi piel
y se despiden
y te despido
ERA ENTONCES
Era entonces el viento
los cardos que volaban
de una vereda a otra
amontonándose en los alambrados
la avenida de tierra
que perfumaba la lluvia
donde los eucaliptos se doblaban
intentando alcanzarnos
o la sequía intensa
que levantaba arena en primavera
Era mi hermana Mercedes
meciéndose en la hamaca
y mi madre leyendo
con sus amigos poetas
y mi abuelo ingeniero
plantando árboles
y mi padre narrándonos la historia
Era entonces La Pampa
con sus olores propios
y ese desierto inmenso
encendido en la noche
por una luna extraña
era entonces
la infancia
EN ESPIRAL
Me poseyó tu voz
y como en espiral
como una hoja seca en espiral
como una hoja seca
que flota con el viento en espiral
ascendí
descendí
surqué el aire de una vereda a otra
de un sitio a otro
me elevé
me elevé
sobre el mismo cielo –aire- viento
y como en espiral me ví caer
caer
indefensa volátil sobre tus manos
ha envejecido en mi rostro
A VECES
Era a veces un árbol
a veces pájaro y nido
a veces solo viento
que hamacaba las copas
otras veces la luz
filtrándose en el bosque
era a veces mujer
cuando llovía
Camila Fabi
CAMILA FABI
(Río Grande-Tierra del Fuego)
I
Siento parirme cada retorno a mi mirada,
meu geografía difusa se rebalsa de tensión innecesaria
y la existencia se me hace llanto adentro.
II
Los límites-contornos me presionan hacia el centro,
mi geografía apuñalada en la observación innecesaria
se intenta rehabilitar,
me inundo.
III
Desparramada
intento recogerme
sabiendo
lo desconocida que
resulto
para quien intenta recogerme.
IV
Ansío que recorra mi geografía
amanecida en el horizonte
húmedo,
que permanezca
hasta encontrar la
existencia satisfecha.
V
El silencio y la humedad hechos existencia aquella que se reproduce ensimismada en un rincón y se dilata hasta durante la posición horizontal del recostarse aturdido, repleto de energía maldita que recorre con velocidad violenta de rincón a rincón, dejando tapados los motivos representantes de la acción que estimula el desespero mal llamado porque una retiene la fuerza en un contenedor con peso equivalente al hecho de componerse así, retiene y respira intentando dejarse sin compromiso sin obligación sin estado actual, quien deseo que en el momento sienta disminución desconsolada del situarse hueca delante del logro de reflejarse la oscuridad de lo desconocido eterno que transita entre todas las existencias existentes, repitiendo profundidades aceleradas que arrastran las inquietudes hasta el opaco imposible retroceso y devolución del arrepentimiento delante y por sobre mi carne tensa torpe licuando respuestas del deambularse durante ella misma.
VI
Que se nos caen los ojos abiertos si se titula la exposición jamás expuesta en su totalidad, que se me adormece el cuerpo todo, hasta el contenido del vacío más profundo refugiado del tercer ojo abierto por poder realizar acciones opuestas y golpear golpeo lo brindado sin fuerza ni obligación, creyendo únicamente el hecho de sentirlo necesidad y sostener la lastimadura de límites-contornos colgando inquieta saturando la estabilidad en el espacio reducido que se hace posible.
VII
Sospecho que me deslizo de un extremo al otro sin obstáculos,
que cuando me envuelvo y desenvuelvo soy casi totalmente explorable,
que voy a terminar insertándome en quienes no seremos nunca nosotros porque serán siempre ustedes, mi presentación será mentira y a partir de ella deseo eternamente que nos permitamos situaciones conclusas e inconclusas, paralelas a otras con acciones desprolijas y hasta con dolores sufribles únicamente en tales respiros; respiros sostenidos entre las manos sin fuerza coherente, satisfacción con cobertura de juguete desmontable, utilidad servible no reconocida ni siquiera encontrada. Vuelvo a sospechar y esto pone en desequilibrio mi estabilidad no estable: ni una acción ni la otra me son tomables de la mano, propongo valoración y ayuda continua real, la puta que te parió.
VIII
Retengo en los ojos:
escondite cómodo
de miradas encapsuladas,
atorrantas por aislarme
y llevarme adentro,
profundo,
al fondo.
Lugar donde lo hecho no es porque no hay luz ni
mío ni tuyo ni nuestro,
porque
es
porque soy porque fui porque
ay.
IX
Porque a veces funciono desparramada del oscuro al claro y por tal acción voy aspirando lo gritado por quienes soy y quiénes no. El espacio pesado en que me traslado de la noche al día es extraviado dentro mismo, hierve sus compuestos acostumbrados a mí. Como acariciar con los ojos al ombligo que duerme bajo las mismas sábanas que mis rodillas o inquietarse delante de un espejado sombrío y con humo anaranjado. Puede parecerse estático, sin movilidad posible, sin transformación existente en el mañana. Puedo desmantelar las mesas en que nos convertimos y casi obligarnos a posar en la vidriera en que se posan los ojos que nos alimentan o nos destruyen hoy y ayer. El resolver incapaz de convertirse aceptable y desde todo nuestro alrededor se nos dirige una estación anímica nunca experimentada que logra envolvernos casi por completo, nos penetra y moviliza, pesados de inundación secundaria producida sin deber quizás.
Ridículo inicio del accionar que no acciona por arriba de las inmensas y absorbentes características, noto y admiro desenvolturas de respuestas que suelen introducirse en las zonas profundas con las que se conviven. El desatado pasado es apreciado con su contorno lineal desprolijo para ojos que no son míos, me resulta invisible y hasta invencible porque hoy es y ayer no. Nuestro sexo mal elaborado se disuelve entre miradas sobre pechos con preguntas no hechas, quien lo posee se ríe de venganza incomprendida aún hoy noche de martes y pelo húmedo hambriento de enrosque chiquito con un parecido.
La estabilidad que debe incorporárseme me asusta y ahora mismo en pleno intento no logro reconocer si quien corre soy yo, dejándome inquieta e inestable, podría eternamente. Me rehago en contra mío, me deshago inconclusa, me supongo al recomponerme y el suponerme así envuelta en papel es lo que me hace ser; me observo a pesar de tener los ojos, mutilados a la inversa, en la anterioridad del serme como me soy, porque es este mismísimo ser áspero quien me mantiene aguantando esta existencia prematura: huelo mis uñas y vomito urgencia de reformación de cada rincón.
X
Salvarme de la equivocación desnuda, esquivarla como si al hacerlo realmente la salteáramos, su picante perfil intenta disminuirnos, los nudos que tenemos lo dificultan y derrumban sus límites filosos. Podría hacer un hueco al momento justo y dejar que el aire sobre o manchar mis bordes con tempera gris y revolcarme por ahí, por entre tu piel y tus huesos. Desgarraría cada músculo para evitar tu movilidad y seguiría girando con la nafta en que se transformarían, no evitaría su brote ni si me ofrecieran vestirme cada mañana por hacerlo.
(Río Grande-Tierra del Fuego)
I
Siento parirme cada retorno a mi mirada,
meu geografía difusa se rebalsa de tensión innecesaria
y la existencia se me hace llanto adentro.
II
Los límites-contornos me presionan hacia el centro,
mi geografía apuñalada en la observación innecesaria
se intenta rehabilitar,
me inundo.
III
Desparramada
intento recogerme
sabiendo
lo desconocida que
resulto
para quien intenta recogerme.
IV
Ansío que recorra mi geografía
amanecida en el horizonte
húmedo,
que permanezca
hasta encontrar la
existencia satisfecha.
V
El silencio y la humedad hechos existencia aquella que se reproduce ensimismada en un rincón y se dilata hasta durante la posición horizontal del recostarse aturdido, repleto de energía maldita que recorre con velocidad violenta de rincón a rincón, dejando tapados los motivos representantes de la acción que estimula el desespero mal llamado porque una retiene la fuerza en un contenedor con peso equivalente al hecho de componerse así, retiene y respira intentando dejarse sin compromiso sin obligación sin estado actual, quien deseo que en el momento sienta disminución desconsolada del situarse hueca delante del logro de reflejarse la oscuridad de lo desconocido eterno que transita entre todas las existencias existentes, repitiendo profundidades aceleradas que arrastran las inquietudes hasta el opaco imposible retroceso y devolución del arrepentimiento delante y por sobre mi carne tensa torpe licuando respuestas del deambularse durante ella misma.
VI
Que se nos caen los ojos abiertos si se titula la exposición jamás expuesta en su totalidad, que se me adormece el cuerpo todo, hasta el contenido del vacío más profundo refugiado del tercer ojo abierto por poder realizar acciones opuestas y golpear golpeo lo brindado sin fuerza ni obligación, creyendo únicamente el hecho de sentirlo necesidad y sostener la lastimadura de límites-contornos colgando inquieta saturando la estabilidad en el espacio reducido que se hace posible.
VII
Sospecho que me deslizo de un extremo al otro sin obstáculos,
que cuando me envuelvo y desenvuelvo soy casi totalmente explorable,
que voy a terminar insertándome en quienes no seremos nunca nosotros porque serán siempre ustedes, mi presentación será mentira y a partir de ella deseo eternamente que nos permitamos situaciones conclusas e inconclusas, paralelas a otras con acciones desprolijas y hasta con dolores sufribles únicamente en tales respiros; respiros sostenidos entre las manos sin fuerza coherente, satisfacción con cobertura de juguete desmontable, utilidad servible no reconocida ni siquiera encontrada. Vuelvo a sospechar y esto pone en desequilibrio mi estabilidad no estable: ni una acción ni la otra me son tomables de la mano, propongo valoración y ayuda continua real, la puta que te parió.
VIII
Retengo en los ojos:
escondite cómodo
de miradas encapsuladas,
atorrantas por aislarme
y llevarme adentro,
profundo,
al fondo.
Lugar donde lo hecho no es porque no hay luz ni
mío ni tuyo ni nuestro,
porque
es
porque soy porque fui porque
ay.
IX
Porque a veces funciono desparramada del oscuro al claro y por tal acción voy aspirando lo gritado por quienes soy y quiénes no. El espacio pesado en que me traslado de la noche al día es extraviado dentro mismo, hierve sus compuestos acostumbrados a mí. Como acariciar con los ojos al ombligo que duerme bajo las mismas sábanas que mis rodillas o inquietarse delante de un espejado sombrío y con humo anaranjado. Puede parecerse estático, sin movilidad posible, sin transformación existente en el mañana. Puedo desmantelar las mesas en que nos convertimos y casi obligarnos a posar en la vidriera en que se posan los ojos que nos alimentan o nos destruyen hoy y ayer. El resolver incapaz de convertirse aceptable y desde todo nuestro alrededor se nos dirige una estación anímica nunca experimentada que logra envolvernos casi por completo, nos penetra y moviliza, pesados de inundación secundaria producida sin deber quizás.
Ridículo inicio del accionar que no acciona por arriba de las inmensas y absorbentes características, noto y admiro desenvolturas de respuestas que suelen introducirse en las zonas profundas con las que se conviven. El desatado pasado es apreciado con su contorno lineal desprolijo para ojos que no son míos, me resulta invisible y hasta invencible porque hoy es y ayer no. Nuestro sexo mal elaborado se disuelve entre miradas sobre pechos con preguntas no hechas, quien lo posee se ríe de venganza incomprendida aún hoy noche de martes y pelo húmedo hambriento de enrosque chiquito con un parecido.
La estabilidad que debe incorporárseme me asusta y ahora mismo en pleno intento no logro reconocer si quien corre soy yo, dejándome inquieta e inestable, podría eternamente. Me rehago en contra mío, me deshago inconclusa, me supongo al recomponerme y el suponerme así envuelta en papel es lo que me hace ser; me observo a pesar de tener los ojos, mutilados a la inversa, en la anterioridad del serme como me soy, porque es este mismísimo ser áspero quien me mantiene aguantando esta existencia prematura: huelo mis uñas y vomito urgencia de reformación de cada rincón.
X
Salvarme de la equivocación desnuda, esquivarla como si al hacerlo realmente la salteáramos, su picante perfil intenta disminuirnos, los nudos que tenemos lo dificultan y derrumban sus límites filosos. Podría hacer un hueco al momento justo y dejar que el aire sobre o manchar mis bordes con tempera gris y revolcarme por ahí, por entre tu piel y tus huesos. Desgarraría cada músculo para evitar tu movilidad y seguiría girando con la nafta en que se transformarían, no evitaría su brote ni si me ofrecieran vestirme cada mañana por hacerlo.
Cecilia Glanzmann
CECILIA GLANZMANN
(Trelew-Chubut)
A ERNESTO SÁBATO
A su Romance por la muerte de Juan Lavalle
Estuviste, Ernesto Sábato, con nosotros,
junto a Eduardo Falú y sus manos mágicas
en las cuerdas de su guitarra y de su canto
en la poesía musical creada a tu poesía.
Estuviste, Ernesto Sábato, con tu entereza
con tu deber cumplido a pesar de tu fiebre
y tu resfrío, con tu garganta herida.
Estuviste narrándonos
aquella leyenda viva de la Patria.
Muchos adolescentes te admiraron,
en ellos y en todos
la lanza solemne de tu relato.
Eras Sábato y Lavalle
eras paloma en vuelo abriendo las conciencias,
el rumbo firme, la hermandad en arraigo
y de los humanos derechos, el respeto …
Eras anoche con tus 86 años sabios
un corazón buscando nuestros corazones
desde el porqué de las luchas
desde el héroe y los héroes de Quijote hechos.
Eras un escritor, un hombre, un argentino,
convocando de nuevo a qué es la Patria,
hoy, que aún sigue nutrida de conflictos
manoseando valores, anulando símbolos.
Sobre este pueblo que aún sangra
por tantas injustas muertes
con sus amaneceres rotos y sus renovadas albas
con unitarios y federales todavía,
hablabas en tu canto.
Quizás logre este pueblo nuestro
ser flor sobre las tumbas
si comprendemos tu mensaje puro
de saldar errores
para un Lavalle actual y su Legión …
Gracias, Ernesto Sábato, por tu obra entera
por tu vida ejemplo para tantos jóvenes
para cada uno hoy y por haber venido
a Puerto Madryn, maestro de la Vida.
Publicado en “Alba de América” 2011, del Instituto Literario y Cultural Hispánico de California.
SÓLO UN DESTELLO
Cuando se nos pase la vida en este plano
el cordón de plata
anunciará lo intransferible....
y no hay palabras
sólo un destello , o más, en la conciencia.
ANTE LO INASIBLE
Si uno mide el lazo
el que nos une y distancia
y nos reúne
las ciencias exactas se tornan inasible lejanía
y el quamtum nos avanza en la conciencia.
Hay una vibración luminosa
que acelera el atrevernos, solidarios ,
hacia el otro.
Se deshace el planeta como fresca cuajada
en nuestras manos torpes
se escuchan como tambores rugientes
las profecías de los antiguos
con temor en algunos
con felicidad calma en otros.
Hay una vibración luminosa
soltando el amar y el perdonar
en comunión.
El tiempo alternativo se agosta
la alineación armónica es cambio
La ventana se nos abre al Real Tiempo
el Real Tiempo del Universo aguarda
sin las vestiduras de Maya.
Mientras tanto
lo asible se instala en las nuevas geografías
de lo humano.
EL VUELO
Cuando me escurro a lo corruptible
de la absurda realidad
la que nos somete al juego eterno
la poesía transforma la caída
en vuelo.
Un hilo dorado incandescente
me reúne
adámico aún
con el misterio precioso del Árbol.
No se nos desterró del todo
de aquello
aquello que llamamos Paraíso.
El hilo se abre
la esperanza habla
desde más allá del túnel inconsciente de
uno mismo habla
invita a recordar
y hay luz en la ciénaga aparente
de la vida
hay luz de la energía del amor.
APRENDIZ DE PÁJARO
I
¿Soy el que dejó en la cuna
el cortejo de lo impredecible
o soy el que cargó en los hombros
la conciencia,
como un saco
fragante de lavanda y de jazmines
lacerado por cardos y espinillos
para caminar lo impredecible?
II
Soy sueño en esta vigilia humana
sucio el pico de tierra
de alada tierra suelta
en mi soy ,
picoteo ciego
dormido
desvelado
los akásicos códices
y en ellos
saboreo gozoso el rocío del alba
iluminada de símbolos .
En el Árbol , soy aprendiz de pájaro.
Primer Premio-Poesía-Concurso Abierto 2008 “María Inés Ure” Gente de Letras, en su XXX Aniversario.
MEDITACIÓN
Camina un hombre con sus vividos días.
Cuando se echan a volar las gaviotas
el mar es un espejo de alas
de alas tamizadas de nubes
cuando suenan las campanas
la respiración se le aquieta
se une al coral sinfónico del mar y las gaviotas
y el hombre
se sienta en un peñasco
aspira ese lenguaje tan amado
exhala en silencio, lentamente
se le olvida su historia
y se une al sortilegio del llamado
más allá del albedrío y del destino
somos parte, se dice,
del andamio de Dios en este mundo.
Y la paz trasciende sus instantes.
PLANETA TIERRA
Sólo el amor reúne./…/ Amar es el camino y el Todo
C.G. (Hilanderos de la Luz)
Cuando se hunden en tu vientre
como saetas volcánicas
las oscuridades que ciegan
al humano escindido en su conciencia
ese vientre felino tan tuyo
tan de madre paridora de reinos
con tajos de púas hendiéndote por todos los costados
no deja de buscar la estrella de seis puntas
que es puente de universos entre la materia y el espíritu.
Planeta entre dos reinos,
con fe en el amor es tu canto prometeico,
con los discos dorados guardianes del destino
con los enraizados custodios para el vuelo
hacia las escalas más altas.
Y te yergues cantándole al Misterio.
(Trelew-Chubut)
A ERNESTO SÁBATO
A su Romance por la muerte de Juan Lavalle
Estuviste, Ernesto Sábato, con nosotros,
junto a Eduardo Falú y sus manos mágicas
en las cuerdas de su guitarra y de su canto
en la poesía musical creada a tu poesía.
Estuviste, Ernesto Sábato, con tu entereza
con tu deber cumplido a pesar de tu fiebre
y tu resfrío, con tu garganta herida.
Estuviste narrándonos
aquella leyenda viva de la Patria.
Muchos adolescentes te admiraron,
en ellos y en todos
la lanza solemne de tu relato.
Eras Sábato y Lavalle
eras paloma en vuelo abriendo las conciencias,
el rumbo firme, la hermandad en arraigo
y de los humanos derechos, el respeto …
Eras anoche con tus 86 años sabios
un corazón buscando nuestros corazones
desde el porqué de las luchas
desde el héroe y los héroes de Quijote hechos.
Eras un escritor, un hombre, un argentino,
convocando de nuevo a qué es la Patria,
hoy, que aún sigue nutrida de conflictos
manoseando valores, anulando símbolos.
Sobre este pueblo que aún sangra
por tantas injustas muertes
con sus amaneceres rotos y sus renovadas albas
con unitarios y federales todavía,
hablabas en tu canto.
Quizás logre este pueblo nuestro
ser flor sobre las tumbas
si comprendemos tu mensaje puro
de saldar errores
para un Lavalle actual y su Legión …
Gracias, Ernesto Sábato, por tu obra entera
por tu vida ejemplo para tantos jóvenes
para cada uno hoy y por haber venido
a Puerto Madryn, maestro de la Vida.
Publicado en “Alba de América” 2011, del Instituto Literario y Cultural Hispánico de California.
SÓLO UN DESTELLO
Cuando se nos pase la vida en este plano
el cordón de plata
anunciará lo intransferible....
y no hay palabras
sólo un destello , o más, en la conciencia.
ANTE LO INASIBLE
Si uno mide el lazo
el que nos une y distancia
y nos reúne
las ciencias exactas se tornan inasible lejanía
y el quamtum nos avanza en la conciencia.
Hay una vibración luminosa
que acelera el atrevernos, solidarios ,
hacia el otro.
Se deshace el planeta como fresca cuajada
en nuestras manos torpes
se escuchan como tambores rugientes
las profecías de los antiguos
con temor en algunos
con felicidad calma en otros.
Hay una vibración luminosa
soltando el amar y el perdonar
en comunión.
El tiempo alternativo se agosta
la alineación armónica es cambio
La ventana se nos abre al Real Tiempo
el Real Tiempo del Universo aguarda
sin las vestiduras de Maya.
Mientras tanto
lo asible se instala en las nuevas geografías
de lo humano.
EL VUELO
Cuando me escurro a lo corruptible
de la absurda realidad
la que nos somete al juego eterno
la poesía transforma la caída
en vuelo.
Un hilo dorado incandescente
me reúne
adámico aún
con el misterio precioso del Árbol.
No se nos desterró del todo
de aquello
aquello que llamamos Paraíso.
El hilo se abre
la esperanza habla
desde más allá del túnel inconsciente de
uno mismo habla
invita a recordar
y hay luz en la ciénaga aparente
de la vida
hay luz de la energía del amor.
APRENDIZ DE PÁJARO
I
¿Soy el que dejó en la cuna
el cortejo de lo impredecible
o soy el que cargó en los hombros
la conciencia,
como un saco
fragante de lavanda y de jazmines
lacerado por cardos y espinillos
para caminar lo impredecible?
II
Soy sueño en esta vigilia humana
sucio el pico de tierra
de alada tierra suelta
en mi soy ,
picoteo ciego
dormido
desvelado
los akásicos códices
y en ellos
saboreo gozoso el rocío del alba
iluminada de símbolos .
En el Árbol , soy aprendiz de pájaro.
Primer Premio-Poesía-Concurso Abierto 2008 “María Inés Ure” Gente de Letras, en su XXX Aniversario.
MEDITACIÓN
Camina un hombre con sus vividos días.
Cuando se echan a volar las gaviotas
el mar es un espejo de alas
de alas tamizadas de nubes
cuando suenan las campanas
la respiración se le aquieta
se une al coral sinfónico del mar y las gaviotas
y el hombre
se sienta en un peñasco
aspira ese lenguaje tan amado
exhala en silencio, lentamente
se le olvida su historia
y se une al sortilegio del llamado
más allá del albedrío y del destino
somos parte, se dice,
del andamio de Dios en este mundo.
Y la paz trasciende sus instantes.
PLANETA TIERRA
Sólo el amor reúne./…/ Amar es el camino y el Todo
C.G. (Hilanderos de la Luz)
Cuando se hunden en tu vientre
como saetas volcánicas
las oscuridades que ciegan
al humano escindido en su conciencia
ese vientre felino tan tuyo
tan de madre paridora de reinos
con tajos de púas hendiéndote por todos los costados
no deja de buscar la estrella de seis puntas
que es puente de universos entre la materia y el espíritu.
Planeta entre dos reinos,
con fe en el amor es tu canto prometeico,
con los discos dorados guardianes del destino
con los enraizados custodios para el vuelo
hacia las escalas más altas.
Y te yergues cantándole al Misterio.
Diana Poblet
DIANA POBLET
(Viedma-Río Negro)
ENNEBLINADOS
I
Al callar
fue el parlante del silencio
lo ensordecedor.
II
Será esa esquina
la eterna culpable
anónima absurda
indiferente a la llaga que tajea
y al cruzarla,
ensombrece.
III
Con sensualidad de bruma
posar para el dolor
desnudo perfecto
espera del zaguán sin regreso
nadie asoma palabras
ni destruye
la opaca necedad de tu ausencia.
IV
Encontrar la grieta del tiempo
volar desde sus ojos
amplificar el silencio
hasta quebrar
tempestad
abismo
marejada
intentar ser pájaro.
ESA ESPECIE DE TAJO
Eres el que descuartizó la noche
por azotar la playa inalcanzable
en brutal cosecha de cegueras
lejana tempestad antártica
pájaro que enmudeció de ira
y petrificó su rama en el pinar
soliloquio de silencios que deshojó el arce
trémula rosa amarilla en lo escrito
lágrima reseca de adiós.
Eres el que sublevó al grito
y quebró la fragilidad del instante.
Blasón de luz y filo.
LA GUARDIANA
Indómita mi palabra
si titila una esperanza
indómita
a contraviento
a contracauce
a contramano
palabra contravencional
insurrecta
humanizando
días inciertos.
Desoyendo bestias
y cañones.
DECLARACIÓN
Cuando sonreí
debí decir que te amaba
pero ocurrió todo aquello
casi graniza y al final fue sólo llovizna
cayó el muro que no era de Berlín
se derrumbó un murallón de silencio
un pájaro anidó en la estatua de Mariano Moreno
de tu mano brotó una pluma
tu boca abrió las compuertas del olvido
las bombas de Irak continuaron cayendo
los niños pedían monedas
crucé un gato no tan negro
una columna de piqueteros con banderas
y dos perros del baldío
perdí el 60 por incredulidad
tu banco insistía en solitario
el lustrabotas perfumó la tarde con betún
tu voz sugirió un no importa
mi palabra pulsó el silenciador
grotesca me atraganté con letras sin sonido
en ese momento no se movía ni una hoja
fue imperceptible la mirada empañada
ese limpiaparabrisas del ojo
y cuando apenas sonreí
quise decir que te amaba.
LA BRASA
Amanece, ensíllenme el caballo.
José Gervasio de Artigas
(Palabras en su lecho de muerte)
Trenzo pueblo y octubre
y la imagen con fondo negro ardió,
incendió mis ojos.
El caprichoso se ha marchado
nos sorprende la mañana
del día después
el qué vamos a hacer y su escalofrío
en un dolor poblado de Plaza y banderas
una compañía de lágrimas en el Censo de la década,
con más tristeza que habitantes
miradas que abrazaron la ceniza del llanto
Fui una soledad acompañada
creí que estallaría el alud del silencio por la Avenida de Mayo
nadie hablaba
sólo caminaban por el medio de la calle.
Fuimos el pueblo ensombrecido
sólo nuestros pasos
por televisión informaban que llegaría mañana
no quisimos que Ella estuviese sola
y el viento del sur ya habitaba en Buenos Aires.
Aquella noche me adormecí imaginando
¿qué haría con éste dolor genuino
ahumado en hileras de velas blancas?
Y tomé la poesía inconclusa para encenderla aquí,
en esta esquina de papel y mármol .
Pedí
que no se apagase la lucha de los desheredados
de los manos cuarteadas
de los esperanzas sin motivo
de los que ni veríamos en las pantallas,
ni tenían cámaras
para fotografiar un dolor tan igualitario.
Con ellos compartí el inabarcable silencio de la espera
en un traspié de la historia adonde el dolor nos tatuó la fe.
Mansa comenzó la garúa que ya se vislumbraba
Y con el aguacero pasó Néstor y su certeza
más que a despedirse
volvió a despertarnos
Vamos a andar
que aquí no hay ningún muerto
es pueblada su fortaleza invisible.
Él será el fantasma que no equivoque rumbos
junto a ese fantasma marchará
Latinoamérica
y su brasa encendida.
En esa lumbre
más que llorarlo,
vamos a andar
y arderá inextinguible.
Heredamos un sueño.
PARQUE LEZAMA
Rozar el espacio entre la nube y el ojo
incrustar esplendor en lo profundo
permanecer ajenos un sábado cualquiera,
habitarnos desolados
trepar la tarde desde viejos troncos
caber en la fragilidad
en el instante sutil que posee la transparencia de la gota
lejos, y amortajada la bestialidad del noticiero
sin que llegue a demoler la acidules de su palabra
libertario nuestro ojo rasga los cielos, toma carrera
sin detenerse en los brotes del ramaje
empina la rugosidad de las tipas amarillas
cambia de árbol y embiste
repleto de asombro
secuestra todo el silencio de este banco
conecta al Universo sin redes ni telefónicas.
Yo Soy,
esa quietud sin nombre.
SALDO FINAL
Yo decía que no. Que no.
Que no sería posible porque
uno viene de otro lado
de una ladera oculta de la prosa
ahí, adonde Julio rayuelea
ahí,
en el insomnio adonde los inviernos sobreviven en bollos de papel
en una máquina de escribir vieja que siempre desespera,
en la tecla M que funciona a veces pero fue arreglada por mi padre y
el detalle provoca a escribir sin fundamentos.
Y de pronto surge este espacio de palabras palabritas y palabrotas,
con ese jaque anacrónico, heredado, postizo, incómodo.
Ese calor de pies, de andariegos, de hacer la calle porque sí
ó porque no. O porque se puede. O porque se siga pudiendo.
Para la Historia no existen tiempos ni manos ni brazos
y de pronto todos pensaron lo mismo y hubo.
Y la máquina sigue ahí, en su silencio cómplice
ahora, cuando yo quiero que explote y llueva prosa,
que sea fronda y avenida, que acantile, que bosquee, que sulfure y brame
que ruja que fluya que integre y denuncie.
Que diga cuándo, en qué momento asumo el desafío tardío.
Y es grave:
finalmente, luego de negarlo por años
creo que soy poeta
porque me duele el lugar
adonde llevo al Pueblo.
0 KM
Tal vez ya no hay versos
huyeron ante la magnitud del rayo
y la brisa fue pantera
o el destino una caja de cultrum
tal vez los poetas envasen suspiros
para vender en Plaza Francia
a precio de bagatelas
por no estafar pasados
ni apostar futuros
ahora que este día viene tan nuevo
tan sin huella
y la lágrima ya no recuerda
el sendero pardo del ojo.
SOLEDANDO
No hay extensión más grande que mi herida
Miguel Hernández
Dejó un ramo de flores amarillas
a la vera de mis ojos, esa noche constelada
en la brevedad de los tiempos
qué detallado fue el olvido
ese impenetrable
bosque de pesadumbres
ese olvido manco y sus impedimentos
irrumpen en miserables fragmentos
renombra sin intención
y se desmadra, arruga y cruje
en la pena más honda del ojo
y se hace bombo o metralla
en un silencio de iglesia
ahí
adonde sólo los elegidos se adiestran
en la batalla del grito inaudible
creer estar en el lugar equivocado
eludir señales
pasar el semáforo en rojo
y arrancar un pedazo al cielo
para dejarlo ir como se van los barcos
mansamente
entre ola y viento
dejarlo ir sin detener el tráfico
sin decir lo significante
sin mirar al costado
porque ya se dibujó su ausencia
entre tantas gentes
en una ciudad de millones
dejarme estar acá,
templada y quieta
y sentirme grandiosa
porque no hay nada
nada quedó
sin evidencia del tatuaje
persisto
en velar universos provisorios
mentiras piadosas
seducciones precarias
me extravío en este ocaso de vida
después de haber sentido aquello
ese toque de dios
esa espada de dulzura
ese trepar el amor como árbol
montaña, abismo o nube
ese olvidar qué éramos
cuándo
cómo
porque no encontramos respuestas
y ponerle el cuerpo y el alma
por conocer en un instante
que nos encontramos
a nosotros mismos
y somos el nirvana
YO SOY
Me dejó un ramo de flores amarillas
y ese tajo de recuerdo.
Sólo letras que perfuman
este frío,
esta ceguera por no oír
este silencio de dios.
(Viedma-Río Negro)
ENNEBLINADOS
I
Al callar
fue el parlante del silencio
lo ensordecedor.
II
Será esa esquina
la eterna culpable
anónima absurda
indiferente a la llaga que tajea
y al cruzarla,
ensombrece.
III
Con sensualidad de bruma
posar para el dolor
desnudo perfecto
espera del zaguán sin regreso
nadie asoma palabras
ni destruye
la opaca necedad de tu ausencia.
IV
Encontrar la grieta del tiempo
volar desde sus ojos
amplificar el silencio
hasta quebrar
tempestad
abismo
marejada
intentar ser pájaro.
ESA ESPECIE DE TAJO
Eres el que descuartizó la noche
por azotar la playa inalcanzable
en brutal cosecha de cegueras
lejana tempestad antártica
pájaro que enmudeció de ira
y petrificó su rama en el pinar
soliloquio de silencios que deshojó el arce
trémula rosa amarilla en lo escrito
lágrima reseca de adiós.
Eres el que sublevó al grito
y quebró la fragilidad del instante.
Blasón de luz y filo.
LA GUARDIANA
Indómita mi palabra
si titila una esperanza
indómita
a contraviento
a contracauce
a contramano
palabra contravencional
insurrecta
humanizando
días inciertos.
Desoyendo bestias
y cañones.
DECLARACIÓN
Cuando sonreí
debí decir que te amaba
pero ocurrió todo aquello
casi graniza y al final fue sólo llovizna
cayó el muro que no era de Berlín
se derrumbó un murallón de silencio
un pájaro anidó en la estatua de Mariano Moreno
de tu mano brotó una pluma
tu boca abrió las compuertas del olvido
las bombas de Irak continuaron cayendo
los niños pedían monedas
crucé un gato no tan negro
una columna de piqueteros con banderas
y dos perros del baldío
perdí el 60 por incredulidad
tu banco insistía en solitario
el lustrabotas perfumó la tarde con betún
tu voz sugirió un no importa
mi palabra pulsó el silenciador
grotesca me atraganté con letras sin sonido
en ese momento no se movía ni una hoja
fue imperceptible la mirada empañada
ese limpiaparabrisas del ojo
y cuando apenas sonreí
quise decir que te amaba.
LA BRASA
Amanece, ensíllenme el caballo.
José Gervasio de Artigas
(Palabras en su lecho de muerte)
Trenzo pueblo y octubre
y la imagen con fondo negro ardió,
incendió mis ojos.
El caprichoso se ha marchado
nos sorprende la mañana
del día después
el qué vamos a hacer y su escalofrío
en un dolor poblado de Plaza y banderas
una compañía de lágrimas en el Censo de la década,
con más tristeza que habitantes
miradas que abrazaron la ceniza del llanto
Fui una soledad acompañada
creí que estallaría el alud del silencio por la Avenida de Mayo
nadie hablaba
sólo caminaban por el medio de la calle.
Fuimos el pueblo ensombrecido
sólo nuestros pasos
por televisión informaban que llegaría mañana
no quisimos que Ella estuviese sola
y el viento del sur ya habitaba en Buenos Aires.
Aquella noche me adormecí imaginando
¿qué haría con éste dolor genuino
ahumado en hileras de velas blancas?
Y tomé la poesía inconclusa para encenderla aquí,
en esta esquina de papel y mármol .
Pedí
que no se apagase la lucha de los desheredados
de los manos cuarteadas
de los esperanzas sin motivo
de los que ni veríamos en las pantallas,
ni tenían cámaras
para fotografiar un dolor tan igualitario.
Con ellos compartí el inabarcable silencio de la espera
en un traspié de la historia adonde el dolor nos tatuó la fe.
Mansa comenzó la garúa que ya se vislumbraba
Y con el aguacero pasó Néstor y su certeza
más que a despedirse
volvió a despertarnos
Vamos a andar
que aquí no hay ningún muerto
es pueblada su fortaleza invisible.
Él será el fantasma que no equivoque rumbos
junto a ese fantasma marchará
Latinoamérica
y su brasa encendida.
En esa lumbre
más que llorarlo,
vamos a andar
y arderá inextinguible.
Heredamos un sueño.
PARQUE LEZAMA
Rozar el espacio entre la nube y el ojo
incrustar esplendor en lo profundo
permanecer ajenos un sábado cualquiera,
habitarnos desolados
trepar la tarde desde viejos troncos
caber en la fragilidad
en el instante sutil que posee la transparencia de la gota
lejos, y amortajada la bestialidad del noticiero
sin que llegue a demoler la acidules de su palabra
libertario nuestro ojo rasga los cielos, toma carrera
sin detenerse en los brotes del ramaje
empina la rugosidad de las tipas amarillas
cambia de árbol y embiste
repleto de asombro
secuestra todo el silencio de este banco
conecta al Universo sin redes ni telefónicas.
Yo Soy,
esa quietud sin nombre.
SALDO FINAL
Yo decía que no. Que no.
Que no sería posible porque
uno viene de otro lado
de una ladera oculta de la prosa
ahí, adonde Julio rayuelea
ahí,
en el insomnio adonde los inviernos sobreviven en bollos de papel
en una máquina de escribir vieja que siempre desespera,
en la tecla M que funciona a veces pero fue arreglada por mi padre y
el detalle provoca a escribir sin fundamentos.
Y de pronto surge este espacio de palabras palabritas y palabrotas,
con ese jaque anacrónico, heredado, postizo, incómodo.
Ese calor de pies, de andariegos, de hacer la calle porque sí
ó porque no. O porque se puede. O porque se siga pudiendo.
Para la Historia no existen tiempos ni manos ni brazos
y de pronto todos pensaron lo mismo y hubo.
Y la máquina sigue ahí, en su silencio cómplice
ahora, cuando yo quiero que explote y llueva prosa,
que sea fronda y avenida, que acantile, que bosquee, que sulfure y brame
que ruja que fluya que integre y denuncie.
Que diga cuándo, en qué momento asumo el desafío tardío.
Y es grave:
finalmente, luego de negarlo por años
creo que soy poeta
porque me duele el lugar
adonde llevo al Pueblo.
0 KM
Tal vez ya no hay versos
huyeron ante la magnitud del rayo
y la brisa fue pantera
o el destino una caja de cultrum
tal vez los poetas envasen suspiros
para vender en Plaza Francia
a precio de bagatelas
por no estafar pasados
ni apostar futuros
ahora que este día viene tan nuevo
tan sin huella
y la lágrima ya no recuerda
el sendero pardo del ojo.
SOLEDANDO
No hay extensión más grande que mi herida
Miguel Hernández
Dejó un ramo de flores amarillas
a la vera de mis ojos, esa noche constelada
en la brevedad de los tiempos
qué detallado fue el olvido
ese impenetrable
bosque de pesadumbres
ese olvido manco y sus impedimentos
irrumpen en miserables fragmentos
renombra sin intención
y se desmadra, arruga y cruje
en la pena más honda del ojo
y se hace bombo o metralla
en un silencio de iglesia
ahí
adonde sólo los elegidos se adiestran
en la batalla del grito inaudible
creer estar en el lugar equivocado
eludir señales
pasar el semáforo en rojo
y arrancar un pedazo al cielo
para dejarlo ir como se van los barcos
mansamente
entre ola y viento
dejarlo ir sin detener el tráfico
sin decir lo significante
sin mirar al costado
porque ya se dibujó su ausencia
entre tantas gentes
en una ciudad de millones
dejarme estar acá,
templada y quieta
y sentirme grandiosa
porque no hay nada
nada quedó
sin evidencia del tatuaje
persisto
en velar universos provisorios
mentiras piadosas
seducciones precarias
me extravío en este ocaso de vida
después de haber sentido aquello
ese toque de dios
esa espada de dulzura
ese trepar el amor como árbol
montaña, abismo o nube
ese olvidar qué éramos
cuándo
cómo
porque no encontramos respuestas
y ponerle el cuerpo y el alma
por conocer en un instante
que nos encontramos
a nosotros mismos
y somos el nirvana
YO SOY
Me dejó un ramo de flores amarillas
y ese tajo de recuerdo.
Sólo letras que perfuman
este frío,
esta ceguera por no oír
este silencio de dios.
Dolores Etchecopar
DOLORES ETCHECOPAR
(Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
LA ORILLA
del libro“Notas Salvajes”
ninguna palabra se acerca
pero mi caballo galopa en la sombra
deben estar allí los rostros las manos
debe estar allí la voz que levanta el agua de la mañana
debe estar allí el que canta adentro de las palabras
no voy a pedir auxilio mi caballo galopa en la sombra
es difícil saludar a los niños
cuando falta un sonido
el ladrón huyó con el Comienzo
y bellas mujeres se beben el agua de la verdad
tras ellas el rumor del pasto es un destino
ninguna palabra se acerca
bambúes miedo vidrios
mi caballo galopa en la sombra
entra y sale de la gran muralla
aquí falta un sonido
pero hay una luz de viajes antiguos
en el pelo de los toros
los hombres de este siglo ya se fueron
grandes pantanos murmuran sus nombres
hay un tambor oscuro en la orilla lenta bailarina
de mi otro cuerpo tu pálido vestido sin rumbo
tu hijo alzado sobre las fosas y las fronteras
falta un sonido
falta ese sonido
y todo será arrojado al mar
hasta que el mar se seque y amanezca
EL POZO
mi hijo no hace pie en el alba
tampoco hace pie esa ciudad donde estuvimos
ni el tren que iba a Berlín
ni los muertos que suben y bajan
la ropa de los vivos
nada hace pie ni la pobreza ni la risa
ni los ruidos feroces ni las luciérnagas
bajo el gran país que suelta la noche
digo unas palabras aparto a la extraña mujer
que se prepara en mi sollozo digo unas palabras
antes de que ella me enmudezca con sus fábulas
y su desmemoria
mi hijo no hace pie en el alba
el tren que iba a Berlín
los vivos que suben y bajan
la ropa de los muertos
nada hace pie
en el llamado
nada hace pie
en el silencio ese niño
nunca sabrá
por qué afuera de la luna
golpean a un viejo caballo
PERFORACIÓN DE LA EXTRAÑA VOZ
Del libro “Canción del precipicio”
I.-
la mujer sigue agitando su vestido huérfano
en la milenaria colina
ya se dormirá con los pastos
y las hondas hormigas joyeras de la muerte
dijeron
nadie supo por qué quiso esa noche tan fría
cantar en el coro de los perros
nadie sabe por qué esa noche sin consuelo
ella estaba sentada
abierta en la parte inesperada de su alma
II.-
pronto ejecutarán al caballo
amable boca
pronto caerá la que camina
sobre los tambores de mi lengua
amable amable despeñada aurora
amable fuego
amable tú amable él
amable útero conocimiento estertor estrella
amable violencia flores marinas
amable ciudad verdor exterminio
la luna brota de las piedras estoy sentada
amables teorías cacareos valles
(alguien llora en la sala de música)
amable amable ferocidad
amables ustedes olvidados en un parque
donde la luz habla y habla con la muerte
MEMORIAS DEL NIÑO
I.
tambores de ala negra
niñez de mi dolor
hoy será el cumpleaños
erguidos sobre una tabla
mis abuelos buscan por alta mar
la música que los hará vivir
II.-
protejo una mano pequeña
en medio del mar
aprieto la mano pequeña
dentro de ella protejo
el latido del mar
I.
del libro “El comienzo”
niña petrificada en el agua santa
de una ventana de hospital
arriba de los Andes
mientras duermes
de mi rostro desciende con dulzura
la melodía de tu cuerpo
construido por miles de finas napas
de soledad y luz y tiempo
mientras duermes se mueve una montaña
tus perros salvajes huyen en jaurías
atraviesan la nieve del poema
donde ya no se escucha la puerta del mundo
II.
hay palabras preciosas
gemas que se abren misteriosamente
cuyas facetas destellan algo que se quiebra
antes de completarse
así es la palabra aquiescencia
difícil de pronunciar
esquiva como un hilo de agua
que fluye entre las aristas filosas
de la palabra no
III.-
la tejedora enhebra su soledad
teje y teje durante años
le duelen los ojos
sus dedos han comenzado a deformarse
algunos puntos se escapan
y la trama se hace más liviana
la tejedora no sabe qué tejen sus manos
sus agujas aéreas
la dejan atrás
no sabe qué hacen
entre los hilos ciegos
los puntos que se escapan
IV.
cuando era niña jugaba a ser una niña
las visitas me habían dejado
una muñeca helada que decía
es una niña
entonces hice sonar cascos de caballo
partía sin que nadie lo notara
veía cómo se hacía noche de reyes mi cuerpo
me acercaba a la puerta más tranquila
por no volcar ese prodigio
hice sonar cascos de caballo
como una niña partía y recordaba
mi cuerpo de anciana en el umbral
anciana que ríes
y cierras los ojos para crecer
(Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
LA ORILLA
del libro“Notas Salvajes”
ninguna palabra se acerca
pero mi caballo galopa en la sombra
deben estar allí los rostros las manos
debe estar allí la voz que levanta el agua de la mañana
debe estar allí el que canta adentro de las palabras
no voy a pedir auxilio mi caballo galopa en la sombra
es difícil saludar a los niños
cuando falta un sonido
el ladrón huyó con el Comienzo
y bellas mujeres se beben el agua de la verdad
tras ellas el rumor del pasto es un destino
ninguna palabra se acerca
bambúes miedo vidrios
mi caballo galopa en la sombra
entra y sale de la gran muralla
aquí falta un sonido
pero hay una luz de viajes antiguos
en el pelo de los toros
los hombres de este siglo ya se fueron
grandes pantanos murmuran sus nombres
hay un tambor oscuro en la orilla lenta bailarina
de mi otro cuerpo tu pálido vestido sin rumbo
tu hijo alzado sobre las fosas y las fronteras
falta un sonido
falta ese sonido
y todo será arrojado al mar
hasta que el mar se seque y amanezca
EL POZO
mi hijo no hace pie en el alba
tampoco hace pie esa ciudad donde estuvimos
ni el tren que iba a Berlín
ni los muertos que suben y bajan
la ropa de los vivos
nada hace pie ni la pobreza ni la risa
ni los ruidos feroces ni las luciérnagas
bajo el gran país que suelta la noche
digo unas palabras aparto a la extraña mujer
que se prepara en mi sollozo digo unas palabras
antes de que ella me enmudezca con sus fábulas
y su desmemoria
mi hijo no hace pie en el alba
el tren que iba a Berlín
los vivos que suben y bajan
la ropa de los muertos
nada hace pie
en el llamado
nada hace pie
en el silencio ese niño
nunca sabrá
por qué afuera de la luna
golpean a un viejo caballo
PERFORACIÓN DE LA EXTRAÑA VOZ
Del libro “Canción del precipicio”
I.-
la mujer sigue agitando su vestido huérfano
en la milenaria colina
ya se dormirá con los pastos
y las hondas hormigas joyeras de la muerte
dijeron
nadie supo por qué quiso esa noche tan fría
cantar en el coro de los perros
nadie sabe por qué esa noche sin consuelo
ella estaba sentada
abierta en la parte inesperada de su alma
II.-
pronto ejecutarán al caballo
amable boca
pronto caerá la que camina
sobre los tambores de mi lengua
amable amable despeñada aurora
amable fuego
amable tú amable él
amable útero conocimiento estertor estrella
amable violencia flores marinas
amable ciudad verdor exterminio
la luna brota de las piedras estoy sentada
amables teorías cacareos valles
(alguien llora en la sala de música)
amable amable ferocidad
amables ustedes olvidados en un parque
donde la luz habla y habla con la muerte
MEMORIAS DEL NIÑO
I.
tambores de ala negra
niñez de mi dolor
hoy será el cumpleaños
erguidos sobre una tabla
mis abuelos buscan por alta mar
la música que los hará vivir
II.-
protejo una mano pequeña
en medio del mar
aprieto la mano pequeña
dentro de ella protejo
el latido del mar
I.
del libro “El comienzo”
niña petrificada en el agua santa
de una ventana de hospital
arriba de los Andes
mientras duermes
de mi rostro desciende con dulzura
la melodía de tu cuerpo
construido por miles de finas napas
de soledad y luz y tiempo
mientras duermes se mueve una montaña
tus perros salvajes huyen en jaurías
atraviesan la nieve del poema
donde ya no se escucha la puerta del mundo
II.
hay palabras preciosas
gemas que se abren misteriosamente
cuyas facetas destellan algo que se quiebra
antes de completarse
así es la palabra aquiescencia
difícil de pronunciar
esquiva como un hilo de agua
que fluye entre las aristas filosas
de la palabra no
III.-
la tejedora enhebra su soledad
teje y teje durante años
le duelen los ojos
sus dedos han comenzado a deformarse
algunos puntos se escapan
y la trama se hace más liviana
la tejedora no sabe qué tejen sus manos
sus agujas aéreas
la dejan atrás
no sabe qué hacen
entre los hilos ciegos
los puntos que se escapan
IV.
cuando era niña jugaba a ser una niña
las visitas me habían dejado
una muñeca helada que decía
es una niña
entonces hice sonar cascos de caballo
partía sin que nadie lo notara
veía cómo se hacía noche de reyes mi cuerpo
me acercaba a la puerta más tranquila
por no volcar ese prodigio
hice sonar cascos de caballo
como una niña partía y recordaba
mi cuerpo de anciana en el umbral
anciana que ríes
y cierras los ojos para crecer
Fernanda Escudero
FERNANDA ESCUDERO
(Salta-Salta)
ARCÁNGELES Y SÚCUBOS (O ÁNGELES Y DEMONIOS)
Ese día, salió como cualquier otro día de trabajo. Pero no se dio cuenta de que su atuendo podría delatarlo. Se volvió sobre sus pasos y decidió elegir algo que lo hiciese parecer todo lo contrario a lo que era.
Ese día también, salió como siempre: camuflaje de personalidad profunda, no se le veía ni una pizca de lo que era realmente.
Se encontraron, se miraron, se olfatearon, se tocaron y se reconocieron al instante, se supieron de bandos diferentes: uno llevaba el atuendo del otro y viceversa. Aún así, no hubo bajas ni enfrentamientos.
CARCASAS INTERCAMBIABLES
Cuando uno intercambia carcasas, ¿no está siendo un poco redundante?
En todo caso, tal vez la naturaleza nos tiene deparado ese destino irreparable: movernos mutando siempre.
“Y SI…EASY…Y, SÍ” (DRAMA ALITERADO)
-¿Y si chocamos contra la pared?
- It´s too easy.
-Y, sí.
MINOTAURO: FUGA-ENEMIGO-CASA
La vida es como un laberinto donde se es prisionero en casas donde no hay puertas cerradas ni ojos bien abiertos y donde se espera al redentor liberador.
QUÉ TAN CURSI PUEDE SER UN DÍA DE LLUVIA
Y sí. Uno aprovecha el agua que cae por el rostro para llorar un poco. Nadie pregunta qué pasa. Se llueve adentro de uno mismo y no se estruja como debería. La humedad hiede y queda empozada durante días. Termina la lluvia interior y un poco de sol eleva nubarrones que de vuelta volverán a ser líquido…incesantemente.
UNA MÁS
Y es que él la tenía escondida ahí.
La guardó como quien guarda a un animalito diminuto.
Escondió su pequeñísimo tesoro como los padres de los cuentos de hadas escondían a sus princesitas de los villanos.
No se trataba de un castillo resguardado por dragones humeantes.
No era tampoco la casita de madera donde se escondió Pulgarcito del Ogro de las botas de las siete leguas.
No la tenía tampoco dentro de sus botas de montar.
Ni dentro de una cajita de fósforos.
Nadie pudo afirmar que la tuviera dentro de la mismísima caja de Pandora.
Ningún ataúd, ninguna urna, ningún pastillero de plata, ningún osario de Israel.
Habrían pensado acaso en una casita de muñecas.
Dentro de una caracola del armario más importante del comedor de diario.
No cabía en la cigarrera de cuero, ni en la petaca de licor al whisky del tío.
En ningún álbum de fotos estaría.
Es imposible.
Quiso resguardarla del frío, del calor, del viento, de la lluvia, de los extraños, de él mismo quizá.
La escondió.
Literalmente le encontró el mejor escondite que hubiera podido encontrar y que nadie a su vez pudiera encontrar.
Y así lo hizo.
Pero nada puede esconderse así de sencillamente.
EL RESPLANDOR II
Es la segunda parte. Lo brillante sólo aparece al principio. Los protagonistas no superan a los de la uno. El final es abierto como el de los filmes independientes. Lo que se rescata es el resplandor. El Resplandor.
ALTERACIÓN
Algunos productos son susceptibles a cambios bruscos, tanto, que de una fea criatura, puede aparecer otra que vuele y hasta es posible que tenga colores graciosos. Alguien habló de metamorfosis hace tiempo y el psicoanálisis lo tomó para el lado de los tomates.
EN DIFERIDO
Lo que ha pasado, sencillamente, queda atrás. Adelante pasan cosas que pasarán también, y que las veremos atrás en otro momento.
Sucede que cuando marcamos un trazo en el aire (sin puntos de apoyo, sin bisectrices ni horizontes), no sabemos dónde comenzó y dónde terminará.
Un ave pasa y aletea, se lleva parte del trazo a otra parte, que tampoco vemos.
ESPÍRITU INDÓMITO
Hace tiempo, antes de la aproximación de una catástrofe, esta se anunciaba con indicios.
Los cambios históricos también se anticipaban, con otros tambores…
Un grupo de románticos gritaron una vez “sturm und drang” y estallaron las palabras hasta hacerse añicos entre sí.
EXPRESS YOURSELF
Madonna insistía con esto y las demás chicas se quedaron sin tintura.
Un camión de cruces esmaltadas iba directo al matadero.
Así es como suceden las revoluciones.
ES LA AMBICIÓN LO QUE SUELE LLEVAR A LA MUERTE…
No sólo a la muerte, parece ser que los ambiciosos tienen esa mística fuerza sobrenatural para convertirse en inmortales…en fantasmas eternos de la historia. Tanta sangre libada no puede ser otra cosa sino el motor de estos seres oscuramente atractivos. Se condensan en ellos los siete pecados capitales, primando la gula por sobre la lujuria, la soberbia por sobre la pereza. Dichos, dichos, dichos…
HISTORIA DE AMOR ENTRE PIEDRAS
Es tal vez el río que viene bajando. Esta vez la montaña se va vengando de a poco. Las piedras se vuelven sensibles al mínimo contacto y las aguas turbulentas, aunque tímidas, pretenden romper las orillas hasta desgajarlas en arena. De vez en cuando la tierra emite el rugido desgarrador y necesita de la violencia del elemento que la vuelve un dócil camino.
FORASTERO INSIDE
Se va a morir a otra parte porque no lo quieren. Dice que no lo escuchan cuando habla. Le preguntan qué tiene, qué hay escondido en su alma de caminante. El extraño no responde, no entiende el idioma, se ofusca y sólo decide irse.
LA ENFERMEDAD
Más de lo mismo y otra vez la misma cantilena. Ya te lo dije mil veces. No hay remedio ni cura para tanta desazón. Es como la mezquindad del avaro, o como el torniquete de antaño. No hay remedio ni cura para tanta obsesión. Sólo esperar sentado a que vuelva a llover y se borren las huellas.
(Salta-Salta)
ARCÁNGELES Y SÚCUBOS (O ÁNGELES Y DEMONIOS)
Ese día, salió como cualquier otro día de trabajo. Pero no se dio cuenta de que su atuendo podría delatarlo. Se volvió sobre sus pasos y decidió elegir algo que lo hiciese parecer todo lo contrario a lo que era.
Ese día también, salió como siempre: camuflaje de personalidad profunda, no se le veía ni una pizca de lo que era realmente.
Se encontraron, se miraron, se olfatearon, se tocaron y se reconocieron al instante, se supieron de bandos diferentes: uno llevaba el atuendo del otro y viceversa. Aún así, no hubo bajas ni enfrentamientos.
CARCASAS INTERCAMBIABLES
Cuando uno intercambia carcasas, ¿no está siendo un poco redundante?
En todo caso, tal vez la naturaleza nos tiene deparado ese destino irreparable: movernos mutando siempre.
“Y SI…EASY…Y, SÍ” (DRAMA ALITERADO)
-¿Y si chocamos contra la pared?
- It´s too easy.
-Y, sí.
MINOTAURO: FUGA-ENEMIGO-CASA
La vida es como un laberinto donde se es prisionero en casas donde no hay puertas cerradas ni ojos bien abiertos y donde se espera al redentor liberador.
QUÉ TAN CURSI PUEDE SER UN DÍA DE LLUVIA
Y sí. Uno aprovecha el agua que cae por el rostro para llorar un poco. Nadie pregunta qué pasa. Se llueve adentro de uno mismo y no se estruja como debería. La humedad hiede y queda empozada durante días. Termina la lluvia interior y un poco de sol eleva nubarrones que de vuelta volverán a ser líquido…incesantemente.
UNA MÁS
Y es que él la tenía escondida ahí.
La guardó como quien guarda a un animalito diminuto.
Escondió su pequeñísimo tesoro como los padres de los cuentos de hadas escondían a sus princesitas de los villanos.
No se trataba de un castillo resguardado por dragones humeantes.
No era tampoco la casita de madera donde se escondió Pulgarcito del Ogro de las botas de las siete leguas.
No la tenía tampoco dentro de sus botas de montar.
Ni dentro de una cajita de fósforos.
Nadie pudo afirmar que la tuviera dentro de la mismísima caja de Pandora.
Ningún ataúd, ninguna urna, ningún pastillero de plata, ningún osario de Israel.
Habrían pensado acaso en una casita de muñecas.
Dentro de una caracola del armario más importante del comedor de diario.
No cabía en la cigarrera de cuero, ni en la petaca de licor al whisky del tío.
En ningún álbum de fotos estaría.
Es imposible.
Quiso resguardarla del frío, del calor, del viento, de la lluvia, de los extraños, de él mismo quizá.
La escondió.
Literalmente le encontró el mejor escondite que hubiera podido encontrar y que nadie a su vez pudiera encontrar.
Y así lo hizo.
Pero nada puede esconderse así de sencillamente.
EL RESPLANDOR II
Es la segunda parte. Lo brillante sólo aparece al principio. Los protagonistas no superan a los de la uno. El final es abierto como el de los filmes independientes. Lo que se rescata es el resplandor. El Resplandor.
ALTERACIÓN
Algunos productos son susceptibles a cambios bruscos, tanto, que de una fea criatura, puede aparecer otra que vuele y hasta es posible que tenga colores graciosos. Alguien habló de metamorfosis hace tiempo y el psicoanálisis lo tomó para el lado de los tomates.
EN DIFERIDO
Lo que ha pasado, sencillamente, queda atrás. Adelante pasan cosas que pasarán también, y que las veremos atrás en otro momento.
Sucede que cuando marcamos un trazo en el aire (sin puntos de apoyo, sin bisectrices ni horizontes), no sabemos dónde comenzó y dónde terminará.
Un ave pasa y aletea, se lleva parte del trazo a otra parte, que tampoco vemos.
ESPÍRITU INDÓMITO
Hace tiempo, antes de la aproximación de una catástrofe, esta se anunciaba con indicios.
Los cambios históricos también se anticipaban, con otros tambores…
Un grupo de románticos gritaron una vez “sturm und drang” y estallaron las palabras hasta hacerse añicos entre sí.
EXPRESS YOURSELF
Madonna insistía con esto y las demás chicas se quedaron sin tintura.
Un camión de cruces esmaltadas iba directo al matadero.
Así es como suceden las revoluciones.
ES LA AMBICIÓN LO QUE SUELE LLEVAR A LA MUERTE…
No sólo a la muerte, parece ser que los ambiciosos tienen esa mística fuerza sobrenatural para convertirse en inmortales…en fantasmas eternos de la historia. Tanta sangre libada no puede ser otra cosa sino el motor de estos seres oscuramente atractivos. Se condensan en ellos los siete pecados capitales, primando la gula por sobre la lujuria, la soberbia por sobre la pereza. Dichos, dichos, dichos…
HISTORIA DE AMOR ENTRE PIEDRAS
Es tal vez el río que viene bajando. Esta vez la montaña se va vengando de a poco. Las piedras se vuelven sensibles al mínimo contacto y las aguas turbulentas, aunque tímidas, pretenden romper las orillas hasta desgajarlas en arena. De vez en cuando la tierra emite el rugido desgarrador y necesita de la violencia del elemento que la vuelve un dócil camino.
FORASTERO INSIDE
Se va a morir a otra parte porque no lo quieren. Dice que no lo escuchan cuando habla. Le preguntan qué tiene, qué hay escondido en su alma de caminante. El extraño no responde, no entiende el idioma, se ofusca y sólo decide irse.
LA ENFERMEDAD
Más de lo mismo y otra vez la misma cantilena. Ya te lo dije mil veces. No hay remedio ni cura para tanta desazón. Es como la mezquindad del avaro, o como el torniquete de antaño. No hay remedio ni cura para tanta obsesión. Sólo esperar sentado a que vuelva a llover y se borren las huellas.
Gina Escobar
GINA ESCOBAR
(Oberá-Misiones)
¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!
La sangre inocente
alimenta la gula del poder
como una costra
en el costal de la epopeya.
El miedo acalla el trino
entre secretas hojas.
Los rostros son muecas
de expectación y espanto,
la suerte parece esquiva, a veces.
Los unos, ya no tienen retorno.
Él, mira desde la cavidad del recuerdo.
Los pétalos de unas manos,
otro murmullo de selva,
las risas, los cuidados,
otras sierras.
Para su derrotero,
tampoco hay vueltas.
El aire mengua,
las fuerzas se atenúan.
Sus agallas le impelen
la razón más urgente.
Penetra la humedad
y la fiebre es traicionera.
Círculos de mosquitos
arremeten contra la impotencia.
Silencio y fango,
calor infecto.
Creció con la muerte
y ya no teme.
Sabe que es el camino,
juega a que es cierto.
La utopía inflama
los estrechos pulmones,
es taxativo mandato
la dignidad del pueblo.
La pasión, sus ojos,
su sonrisa, la estrella.
Ha abierto una página
en la historia
y su única palabra final
A ANDRÉS ARTIGAS
Surgen de en medio del humo
de sus pueblos que se incendian,
las montoneras fantasmas
una y otra vez golpean.
Tiembla de ira el esclavista
¿dónde están que no se enfrentan?
Y en exterminio sangriento
comienza su negra siega.
Un niño indio de ojos
grandes como dos estrellas
ve degollar a su madre
en medio de la refriega
y allí está también temblando
de dolor y de impotencia
con su hermanito en los brazos,
arrodillada, su abuela.
Temible Das Chagas Santos,
jefe de la horda abyecta,
reptando como serpiente
sale de su madriguera.
¡Vaya con su valentía!
¿A quién combate presenta?
¿A los niños,a los viejos,
a las madres?, ¡¿las abuelas?!
Sangre de raza nativa
corre abonando la tierra
y para que nadie olvide
esas invasiones cruentas
Tupá dió el rojo a su suelo
y Artigas a las banderas
rojo listón sobre el cielo
y el blanco de la pureza.
Entonces, la evocación
del horror de las bandeiras,
en un alarido aullante
hace estremecer la selva.
Grito bravío del tape
repica de sierra en sierra.
Si por indio ya es valiente,
este dolor, lo enajena.
Lanza en ristre, ojos de fuego,
en la mirada, fiereza,
acero en la decisión,
inteligencia, nobleza.
Así es Andresito Artigas
el Mesías de la Selva.
Místico, genio y titán.
¡No hay nadie que lo detenga!
Con el corazón ardiendo
coraje que desenfrena,
lanceros indios lo siguen
¡qué heroica casta es aquella!
Sólo armados del valor,
su coraza, una quimera.
La Patria Grande que Artigas
va forjando en su epopeya.
Curaeté los convoca
pueblo en pueblo a la defensa
del ideal libertario
que destruye las cadenas.
Todos a un tiempo responden
Tiraparé, como flecha,
Abiaró, Baybé, Oberá,
Uré y Cahiré se le pliegan.
¡Tantos mas! Desconocidos
en la cruzada fraterna,
Así se nutre la Patria
de la simiente guerrera
y el espíritu jesuita
que es esencia del “sistema”.
Y se levanta orgullosa
la Nación Guaraní entera.
Pero aunque un dolor muy grande
a Andrés Artigas desvela,
no podrán callar su causa,
nunca torcerán su meta,
aunque los blancos pretendan
pequeñas republiquetas
pactado a espaldas del pueblo
con la corte portuguesa.
Cómo duelen José Artigas
y Andresito ¡Qué tristeza!
Víctimas de la traición,
de tanta urdida bajeza
de esos héroes, que en el bronce,
ponen como una afrenta
a la razón de los hombres
y a sus figuras señeras.
Más, hay un pueblo, Andresito,
el que todavía piensa
que comprende que tu lucha
y tus ideas son inmensas
como inmenso es el amor
que en su recuerdo te ofrenda
y para él no estás muerto,
porque en el alma te lleva.
A TIENTAS
La tarde , tal vez,
enloquezca de ganas
y sólo consiga
unos pasos vacilantes
en la niebla.
La noche
cae de rodillas
con las pupilas abiertas
Aguardando.
No sé
qué infinita desazón,
impúnemente insomne,
drena el cauce
de las certidumbres.
Dudas, haciéndose hábito y,
finalmente,
ya ni sé si amanece.
A-CONDICIONADOS
Los pájaros
acallan su fatiga
en la llamarada
del cénit.
Verdugo de la siesta,
el duende,
acalorado y cansino,
ya no tiene ganas
de asustar a nadie.
Ardiente inercia
que paraliza
justas rebeliones
cuando el norte arrecia.
No descansa el opresor
Sin vacilar,
nuevas sujeciones
elucubra .
Por supuesto,
tiene aire acondicionado.
APOTEÓSICA
Fue mirarnos
y aquellos ojos,
transitaron
de dulzura
a crucifixión
en un instante.
Voltaico hilo
imperceptible
provocó un shock
incandescente
en nuestros cuerpos,
y sus vestidos,
no alcanzaron
a cubrir
aquel deseo.
Fuera de mí,
ya extraviada
en ese abrazo
gigante y tierno,
como venido
desde el tiempo
de los tiempos,
un convulso temblor
aflojó mis rodillas
ganándome el mareo,
cuando su boca,
voluptuosa y mórbida,
se engarzó en la mía.
Después su lengua,
sus manos…no sé,
después…no sé…
ya no era yo…
Fue el apoteosis.
VICTORIA FINAL
A los combatientes de Malvinas
Mar azul
blancos en destello
en el aire flota
una metáfora de bandera.
Los niños beben en ella
y desandan su rastro
de ángel incorpóreo
Lastimadas sus alas
sin blindaje
en el peñón descarnado
de las islas.
La utopía
huele a pólvora
entre los hombres sin meta.
Esos
que conducen a los niños
por las cornisas de la muerte.
Esos
que vomitan su odio
engrosando helados cementerios.
Ellos siguen
sin embargo,
tras un sueño
que los lleva
hechos jirones,
desgastados.
En sus ojos
una novia, una madre,
una patria.
Certera,
la muerte reclama
para su hermana ,
la locura,
algunas sobras
que no pudo segar
en la rapiña.
Pero ellos
siguen…
esquivando presagios,
alucinando auroras desde el iris
siguen
Nada los detiene
Por las playas pedregosas
por la sal
el agua
el aire
persistirán en su batalla
a pesar de las estatuas
y las flores
a pesar del cínico homenaje
a pesar de las calles sin sus nombres
a pesar del hueco en la memoria
porque la victoria
es el germen que los mueve
y no se vence
a quienes no se rinden.
SUCEDES
En pasajes de reflexión,
madura amalgama
de filosofía y praxis
sustentadas. Lo sé. No debes.
En la persistencia
del devaneo estéril
nuevamente se confirma
categórico. No puedes.
Más, en la oquedad de los días,
anatema al discurrir
de toda ontología,
aún displicente. Sucedes.
IGUAZÙ
Frontera de orquídeas
balcones de agua.
En su frescura
un reclamo
de hojas nativas.
Perennes.
Matriz de cielo y monte
ruge algarabías
No sabe que
Paranà abajo,
un murallón insensato
tiende camas
a la muerte.
BOOMERANG
Escriba
de mi piel,
letrado
erudito
en mis afectos.
Fiscal y juez
impertérrito
dictando
mi trágica
condena.
La tristeza
me borró
el sendero,
pero clandestina
y rencorosa…
se quedó en tus ojos.
EPíFITO
Huésped constrictor
ciñendo mis ramajes
lamió mi sombra
sin testigos
arrancó mi piel
sin pedir permiso
y se llevó mi savia…
sin atenuantes.
EL CANDIDATO
El olor a ungüento
limpia-pasados
llega hasta el alma.
Pero no bruñe.
Decorativas marquesinas
de olvídenlo todo
con colores y estruendos,
logran disipar
memorias imprudentes.
Minutos milagrosos,
estimables minutos .
Los suficientes
para salir airoso
en la contienda.
Pronto se disipa el humo…
pero ya es tarde.
(Oberá-Misiones)
¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!
La sangre inocente
alimenta la gula del poder
como una costra
en el costal de la epopeya.
El miedo acalla el trino
entre secretas hojas.
Los rostros son muecas
de expectación y espanto,
la suerte parece esquiva, a veces.
Los unos, ya no tienen retorno.
Él, mira desde la cavidad del recuerdo.
Los pétalos de unas manos,
otro murmullo de selva,
las risas, los cuidados,
otras sierras.
Para su derrotero,
tampoco hay vueltas.
El aire mengua,
las fuerzas se atenúan.
Sus agallas le impelen
la razón más urgente.
Penetra la humedad
y la fiebre es traicionera.
Círculos de mosquitos
arremeten contra la impotencia.
Silencio y fango,
calor infecto.
Creció con la muerte
y ya no teme.
Sabe que es el camino,
juega a que es cierto.
La utopía inflama
los estrechos pulmones,
es taxativo mandato
la dignidad del pueblo.
La pasión, sus ojos,
su sonrisa, la estrella.
Ha abierto una página
en la historia
y su única palabra final
A ANDRÉS ARTIGAS
Surgen de en medio del humo
de sus pueblos que se incendian,
las montoneras fantasmas
una y otra vez golpean.
Tiembla de ira el esclavista
¿dónde están que no se enfrentan?
Y en exterminio sangriento
comienza su negra siega.
Un niño indio de ojos
grandes como dos estrellas
ve degollar a su madre
en medio de la refriega
y allí está también temblando
de dolor y de impotencia
con su hermanito en los brazos,
arrodillada, su abuela.
Temible Das Chagas Santos,
jefe de la horda abyecta,
reptando como serpiente
sale de su madriguera.
¡Vaya con su valentía!
¿A quién combate presenta?
¿A los niños,a los viejos,
a las madres?, ¡¿las abuelas?!
Sangre de raza nativa
corre abonando la tierra
y para que nadie olvide
esas invasiones cruentas
Tupá dió el rojo a su suelo
y Artigas a las banderas
rojo listón sobre el cielo
y el blanco de la pureza.
Entonces, la evocación
del horror de las bandeiras,
en un alarido aullante
hace estremecer la selva.
Grito bravío del tape
repica de sierra en sierra.
Si por indio ya es valiente,
este dolor, lo enajena.
Lanza en ristre, ojos de fuego,
en la mirada, fiereza,
acero en la decisión,
inteligencia, nobleza.
Así es Andresito Artigas
el Mesías de la Selva.
Místico, genio y titán.
¡No hay nadie que lo detenga!
Con el corazón ardiendo
coraje que desenfrena,
lanceros indios lo siguen
¡qué heroica casta es aquella!
Sólo armados del valor,
su coraza, una quimera.
La Patria Grande que Artigas
va forjando en su epopeya.
Curaeté los convoca
pueblo en pueblo a la defensa
del ideal libertario
que destruye las cadenas.
Todos a un tiempo responden
Tiraparé, como flecha,
Abiaró, Baybé, Oberá,
Uré y Cahiré se le pliegan.
¡Tantos mas! Desconocidos
en la cruzada fraterna,
Así se nutre la Patria
de la simiente guerrera
y el espíritu jesuita
que es esencia del “sistema”.
Y se levanta orgullosa
la Nación Guaraní entera.
Pero aunque un dolor muy grande
a Andrés Artigas desvela,
no podrán callar su causa,
nunca torcerán su meta,
aunque los blancos pretendan
pequeñas republiquetas
pactado a espaldas del pueblo
con la corte portuguesa.
Cómo duelen José Artigas
y Andresito ¡Qué tristeza!
Víctimas de la traición,
de tanta urdida bajeza
de esos héroes, que en el bronce,
ponen como una afrenta
a la razón de los hombres
y a sus figuras señeras.
Más, hay un pueblo, Andresito,
el que todavía piensa
que comprende que tu lucha
y tus ideas son inmensas
como inmenso es el amor
que en su recuerdo te ofrenda
y para él no estás muerto,
porque en el alma te lleva.
A TIENTAS
La tarde , tal vez,
enloquezca de ganas
y sólo consiga
unos pasos vacilantes
en la niebla.
La noche
cae de rodillas
con las pupilas abiertas
Aguardando.
No sé
qué infinita desazón,
impúnemente insomne,
drena el cauce
de las certidumbres.
Dudas, haciéndose hábito y,
finalmente,
ya ni sé si amanece.
A-CONDICIONADOS
Los pájaros
acallan su fatiga
en la llamarada
del cénit.
Verdugo de la siesta,
el duende,
acalorado y cansino,
ya no tiene ganas
de asustar a nadie.
Ardiente inercia
que paraliza
justas rebeliones
cuando el norte arrecia.
No descansa el opresor
Sin vacilar,
nuevas sujeciones
elucubra .
Por supuesto,
tiene aire acondicionado.
APOTEÓSICA
Fue mirarnos
y aquellos ojos,
transitaron
de dulzura
a crucifixión
en un instante.
Voltaico hilo
imperceptible
provocó un shock
incandescente
en nuestros cuerpos,
y sus vestidos,
no alcanzaron
a cubrir
aquel deseo.
Fuera de mí,
ya extraviada
en ese abrazo
gigante y tierno,
como venido
desde el tiempo
de los tiempos,
un convulso temblor
aflojó mis rodillas
ganándome el mareo,
cuando su boca,
voluptuosa y mórbida,
se engarzó en la mía.
Después su lengua,
sus manos…no sé,
después…no sé…
ya no era yo…
Fue el apoteosis.
VICTORIA FINAL
A los combatientes de Malvinas
Mar azul
blancos en destello
en el aire flota
una metáfora de bandera.
Los niños beben en ella
y desandan su rastro
de ángel incorpóreo
Lastimadas sus alas
sin blindaje
en el peñón descarnado
de las islas.
La utopía
huele a pólvora
entre los hombres sin meta.
Esos
que conducen a los niños
por las cornisas de la muerte.
Esos
que vomitan su odio
engrosando helados cementerios.
Ellos siguen
sin embargo,
tras un sueño
que los lleva
hechos jirones,
desgastados.
En sus ojos
una novia, una madre,
una patria.
Certera,
la muerte reclama
para su hermana ,
la locura,
algunas sobras
que no pudo segar
en la rapiña.
Pero ellos
siguen…
esquivando presagios,
alucinando auroras desde el iris
siguen
Nada los detiene
Por las playas pedregosas
por la sal
el agua
el aire
persistirán en su batalla
a pesar de las estatuas
y las flores
a pesar del cínico homenaje
a pesar de las calles sin sus nombres
a pesar del hueco en la memoria
porque la victoria
es el germen que los mueve
y no se vence
a quienes no se rinden.
SUCEDES
En pasajes de reflexión,
madura amalgama
de filosofía y praxis
sustentadas. Lo sé. No debes.
En la persistencia
del devaneo estéril
nuevamente se confirma
categórico. No puedes.
Más, en la oquedad de los días,
anatema al discurrir
de toda ontología,
aún displicente. Sucedes.
IGUAZÙ
Frontera de orquídeas
balcones de agua.
En su frescura
un reclamo
de hojas nativas.
Perennes.
Matriz de cielo y monte
ruge algarabías
No sabe que
Paranà abajo,
un murallón insensato
tiende camas
a la muerte.
BOOMERANG
Escriba
de mi piel,
letrado
erudito
en mis afectos.
Fiscal y juez
impertérrito
dictando
mi trágica
condena.
La tristeza
me borró
el sendero,
pero clandestina
y rencorosa…
se quedó en tus ojos.
EPíFITO
Huésped constrictor
ciñendo mis ramajes
lamió mi sombra
sin testigos
arrancó mi piel
sin pedir permiso
y se llevó mi savia…
sin atenuantes.
EL CANDIDATO
El olor a ungüento
limpia-pasados
llega hasta el alma.
Pero no bruñe.
Decorativas marquesinas
de olvídenlo todo
con colores y estruendos,
logran disipar
memorias imprudentes.
Minutos milagrosos,
estimables minutos .
Los suficientes
para salir airoso
en la contienda.
Pronto se disipa el humo…
pero ya es tarde.
Hilda Angélica García
HILDA ANGÉLICA GARCÍA
(San Fernando del Valle-Catamarca)
ADEMÁS, EL VIENTO
(1997)
ESOS OJOS QUE MIRABAN LA TARDE
Tus ojos, esos ojos que miraban la tarde,
se han llenado de nubes, de pájaros que escapan.
Se detienen llorando sobre un mapa de ausencias,
de un mar que cuando llueve precipita naufragios.
Se han llenado tus ojos de frondosos ramajes
y hay un viento que arrastra sin piedad tu tristeza.
Tus ojos,
ese valle donde caben los ríos torrentosos de enero,
- donde juegan sin pausa las aguas y las piedras
golpeando la rodilla, la piel, el labio,
el beso de la aurora-
caléndulas nocturnas,
fantasmales contiendas,
tus ojos
ya no miran. Diluyen en el aire su aliento de gaviotas,
la incierta investidura de espejos en la arena.
Apenas son dos sombras tus ojos
que se alejan.
LLEVO A CUESTAS TUS OJOS
Despojada de ti. De tu mirada
abovedada y triste, espantajo de piel,
rosa en la acequia,
navego inmemorial entre los sueños
hacia un jardín de luces y de esperas.
Resplandece en la hierba una llovizna
dorada, caracoles azules, telarañas
de estrellas.
Y una canción antigua se me acopla al asombro
de palpar en cristales
bautismales adioses
vendavales de llanto
tempestad de recuerdos.
Soy apenas la sombra de un océano inmenso,
casi un río cayendo gota a gota en la arena,
deslumbrante naufragio suspendido en la llama
de un verano de lilas deshaciéndose en pétalos.
Voy sin ti como un pájaro de papel. Como un nombre
no dicho,
como un vuelo sin rumbo
contrastado en el viento.
Voy sin mí como un alma olorosa a jazmines,
desprendida guirnalda de luciérnagas.
Llevo a cuestas tus ojos, un paisaje callado,
ofertorio de ausencias.
Voy sin mí en tus pupilas,
solitaria comarca de distancias.
Voy de ti despojada pero llevo tus ojos
esa errante memoria rescatada del tiempo.
MADRESELVAS
Padre-trenes, andenes de distancias,
Geranios, “madreselvas en flor
Que trepándose van” al humo de su voz
Derramándose en aire, en cielo,
En la llovizna. En penumbras
Mi padre se ha dormido. La radio
A transistores se escucha en la cocina.
EL ESPEJO
Me asomo en el espejo. Soy la palabra,
la transparente luz donde me asilo.
El espejo no es tal. Sólo es el agua
que contiene mi cuerpo, mi memoria.
Es un vitral de sueños, el fantasma
de mi piel temblorosa y fugitiva.
Por él escapa el ángel y las rosas
reconstruyen el alma. En la penumbra
un hálito de adiós es mi destino.
Contemplándome estoy. Soy la apariencia
de todo cuanto siento y cuanto digo.
Pertenezco
a una calle donde el viento
conturbaba los cielos de gorriones.
Me busco en el cristal. En él encuentro
la frágil dimensión que me sostiene,
el retablo de voces donde el tiempo
ha sembrado el silencio que me habita.
LLUVIA A LA SIESTA
Cuando miro esta calle no recuerdo
la sed de sus veredas. Sólo el agua
beatífica, la lluvia inaugural,
la alegoría
de una historia de charcos en la infancia.
Un diluvio de risas aturdía la siesta
iluminada,
Y un río llevaba presuroso un barco de papel
a sus espaldas.
Desde el umbral seguíamos la ruta,
su breve itinerario de piedras y arboleda,
donde frescas paseaban las hojas del geranio.
El verano extendía sus paraguas de seda.
Y la lluvia –oh, la lluvia!-
se despedía lenta,
resbalaba en los vidrios,
en el patio,
en la menta,
se acostaba en las sábanas tendidas en la soga,
despertaba el helecho con sus gotas inquietas.
Y después se alejaba de la ciudad llevando
en su piel transparente
la intangible memoria de su rostro en la siesta.
POSTALES
“Largos trenes los sueños,
hilvanando paisajes fugitivos…”
Antonio Porpetta
Mirada de otra luz. La que encendía
en soles
una historia de trenes fugitivos.
El humo confundía los soplidos
del viento,
algarrobales crujientes del asombro
trepando por las ramas.
Umbroso andén,
quieta sabana de esperas.
Campanilla
sonando en el recuerdo.
Largos trenes, los sueños, despertando
la infancia. En el pescante,
sentado en el umbral, sobre el mateo,
un cochero apuntando hacia la plaza,
paseaba la ilusión de los viajeros.
Esplendorosa luz la de tus calles,
jacarandaes pintados
de otros cielos
en lila y en azul.
En mi pueblo
las voces eran de aire hermanadas al vuelo
de los pájaros.
Enhiesta catedral, morena imagen venerada,
primavera de adioses en pañuelos,
procesión de esperanzas.
Desterrada de mí, en ti me encuentro.
Victoriosa de sed, resucitada.
ELEGÍA DE OCTUBRE
Ella siempre llegaba a sentarse en la plaza
sobre un banco de penas.
Levantaba sus ojos hacia el cielo y miraba
misteriosas figuras
enredadas,
pequeñas mariposas,
jazmines,
cascarudos.
Revolvía su bolso,
buscadora de dones de otro tiempo, migajas
de relojes, peinetas, lentejuelas.
Ella estaba en la víspera de un recuerdo.
mojaba con saliva
la punta de sus dedos y contaba los días,
las tardes sin crepúsculos,
la improbable agonía de los pájaros.
Acarreaba en su pelo
la humedad de las horas,
el rocío
pegado a su turbia melena.
Canturreaba llorosa
y estampaba sus ojos en un sucio pañuelo.
Pero un día su sombra se arropó de distancias.
Era un hueco su rastro, un cerrojo su cuerpo.
Constelada ascendía por el aire de octubre.
Conmovida en perfumes se escondía la tarde.
POSTERIDAD
No una plaza de estatuas transparentes
donde el hueco de un hombre se ha escondido;
bronce lúcido, luciérnagas el nombre,
desheredado el cuerpo fugitivo.
Allí estará su multitud de sombras,
su diluvio de sueños.
Aire será su fuego.
En la arboleda
crepitarán sus pasos sigilosos.
Pero estará su piel sobre los labios
que rozaron la aurora;
aquel día cantando sobre el rostro
de la mujer que amaba,
que amó sobre un paisaje de fuentes y crepúsculos.
Allí estará
su eternidad de besos,
su pedestal de ausencias,
su latido.
Se posará sobre su nombre un pájaro;
emigrará su voz,
Nada será
su sangre que fue incendio.
En la humedad
la herrumbre de sus huesos será limo.
Su posteridad, ese aroma
de musgos y jazmines que lo esperó en el patio,
la lenta lluvia clara que le regó los ojos,
la espiga que entregaba su pan de cada día.
No estatua.
Campanario llamando en el olvido.
DESPUÉS, VOLVER
(1967)
EL CANILLITA
Pequeña dimensión de voz y frío
transitas en el alma de las calles.
No comprendes el paso de los días
ni en qué región quedó,
con el invierno,
la breve melodía de algún sueño.
Cambiaste la pelota
por noticias
de las luchas de blancos contra negros.
La canción infantil
se volvió espera.
No te bastó el título de niño
para olvidar
que el pan cuesta dinero,
que la ciudad es grande
y se la pisa
y se la aprieta en la garganta, luego.
Tu risa se hizo adulta en la esperanza
y creció en el grito como un eco.
La batalla es tuya cada día.
¡Hombrecito,
dolor
y caramelo!
(San Fernando del Valle-Catamarca)
ADEMÁS, EL VIENTO
(1997)
ESOS OJOS QUE MIRABAN LA TARDE
Tus ojos, esos ojos que miraban la tarde,
se han llenado de nubes, de pájaros que escapan.
Se detienen llorando sobre un mapa de ausencias,
de un mar que cuando llueve precipita naufragios.
Se han llenado tus ojos de frondosos ramajes
y hay un viento que arrastra sin piedad tu tristeza.
Tus ojos,
ese valle donde caben los ríos torrentosos de enero,
- donde juegan sin pausa las aguas y las piedras
golpeando la rodilla, la piel, el labio,
el beso de la aurora-
caléndulas nocturnas,
fantasmales contiendas,
tus ojos
ya no miran. Diluyen en el aire su aliento de gaviotas,
la incierta investidura de espejos en la arena.
Apenas son dos sombras tus ojos
que se alejan.
LLEVO A CUESTAS TUS OJOS
Despojada de ti. De tu mirada
abovedada y triste, espantajo de piel,
rosa en la acequia,
navego inmemorial entre los sueños
hacia un jardín de luces y de esperas.
Resplandece en la hierba una llovizna
dorada, caracoles azules, telarañas
de estrellas.
Y una canción antigua se me acopla al asombro
de palpar en cristales
bautismales adioses
vendavales de llanto
tempestad de recuerdos.
Soy apenas la sombra de un océano inmenso,
casi un río cayendo gota a gota en la arena,
deslumbrante naufragio suspendido en la llama
de un verano de lilas deshaciéndose en pétalos.
Voy sin ti como un pájaro de papel. Como un nombre
no dicho,
como un vuelo sin rumbo
contrastado en el viento.
Voy sin mí como un alma olorosa a jazmines,
desprendida guirnalda de luciérnagas.
Llevo a cuestas tus ojos, un paisaje callado,
ofertorio de ausencias.
Voy sin mí en tus pupilas,
solitaria comarca de distancias.
Voy de ti despojada pero llevo tus ojos
esa errante memoria rescatada del tiempo.
MADRESELVAS
Padre-trenes, andenes de distancias,
Geranios, “madreselvas en flor
Que trepándose van” al humo de su voz
Derramándose en aire, en cielo,
En la llovizna. En penumbras
Mi padre se ha dormido. La radio
A transistores se escucha en la cocina.
EL ESPEJO
Me asomo en el espejo. Soy la palabra,
la transparente luz donde me asilo.
El espejo no es tal. Sólo es el agua
que contiene mi cuerpo, mi memoria.
Es un vitral de sueños, el fantasma
de mi piel temblorosa y fugitiva.
Por él escapa el ángel y las rosas
reconstruyen el alma. En la penumbra
un hálito de adiós es mi destino.
Contemplándome estoy. Soy la apariencia
de todo cuanto siento y cuanto digo.
Pertenezco
a una calle donde el viento
conturbaba los cielos de gorriones.
Me busco en el cristal. En él encuentro
la frágil dimensión que me sostiene,
el retablo de voces donde el tiempo
ha sembrado el silencio que me habita.
LLUVIA A LA SIESTA
Cuando miro esta calle no recuerdo
la sed de sus veredas. Sólo el agua
beatífica, la lluvia inaugural,
la alegoría
de una historia de charcos en la infancia.
Un diluvio de risas aturdía la siesta
iluminada,
Y un río llevaba presuroso un barco de papel
a sus espaldas.
Desde el umbral seguíamos la ruta,
su breve itinerario de piedras y arboleda,
donde frescas paseaban las hojas del geranio.
El verano extendía sus paraguas de seda.
Y la lluvia –oh, la lluvia!-
se despedía lenta,
resbalaba en los vidrios,
en el patio,
en la menta,
se acostaba en las sábanas tendidas en la soga,
despertaba el helecho con sus gotas inquietas.
Y después se alejaba de la ciudad llevando
en su piel transparente
la intangible memoria de su rostro en la siesta.
POSTALES
“Largos trenes los sueños,
hilvanando paisajes fugitivos…”
Antonio Porpetta
Mirada de otra luz. La que encendía
en soles
una historia de trenes fugitivos.
El humo confundía los soplidos
del viento,
algarrobales crujientes del asombro
trepando por las ramas.
Umbroso andén,
quieta sabana de esperas.
Campanilla
sonando en el recuerdo.
Largos trenes, los sueños, despertando
la infancia. En el pescante,
sentado en el umbral, sobre el mateo,
un cochero apuntando hacia la plaza,
paseaba la ilusión de los viajeros.
Esplendorosa luz la de tus calles,
jacarandaes pintados
de otros cielos
en lila y en azul.
En mi pueblo
las voces eran de aire hermanadas al vuelo
de los pájaros.
Enhiesta catedral, morena imagen venerada,
primavera de adioses en pañuelos,
procesión de esperanzas.
Desterrada de mí, en ti me encuentro.
Victoriosa de sed, resucitada.
ELEGÍA DE OCTUBRE
Ella siempre llegaba a sentarse en la plaza
sobre un banco de penas.
Levantaba sus ojos hacia el cielo y miraba
misteriosas figuras
enredadas,
pequeñas mariposas,
jazmines,
cascarudos.
Revolvía su bolso,
buscadora de dones de otro tiempo, migajas
de relojes, peinetas, lentejuelas.
Ella estaba en la víspera de un recuerdo.
mojaba con saliva
la punta de sus dedos y contaba los días,
las tardes sin crepúsculos,
la improbable agonía de los pájaros.
Acarreaba en su pelo
la humedad de las horas,
el rocío
pegado a su turbia melena.
Canturreaba llorosa
y estampaba sus ojos en un sucio pañuelo.
Pero un día su sombra se arropó de distancias.
Era un hueco su rastro, un cerrojo su cuerpo.
Constelada ascendía por el aire de octubre.
Conmovida en perfumes se escondía la tarde.
POSTERIDAD
No una plaza de estatuas transparentes
donde el hueco de un hombre se ha escondido;
bronce lúcido, luciérnagas el nombre,
desheredado el cuerpo fugitivo.
Allí estará su multitud de sombras,
su diluvio de sueños.
Aire será su fuego.
En la arboleda
crepitarán sus pasos sigilosos.
Pero estará su piel sobre los labios
que rozaron la aurora;
aquel día cantando sobre el rostro
de la mujer que amaba,
que amó sobre un paisaje de fuentes y crepúsculos.
Allí estará
su eternidad de besos,
su pedestal de ausencias,
su latido.
Se posará sobre su nombre un pájaro;
emigrará su voz,
Nada será
su sangre que fue incendio.
En la humedad
la herrumbre de sus huesos será limo.
Su posteridad, ese aroma
de musgos y jazmines que lo esperó en el patio,
la lenta lluvia clara que le regó los ojos,
la espiga que entregaba su pan de cada día.
No estatua.
Campanario llamando en el olvido.
DESPUÉS, VOLVER
(1967)
EL CANILLITA
Pequeña dimensión de voz y frío
transitas en el alma de las calles.
No comprendes el paso de los días
ni en qué región quedó,
con el invierno,
la breve melodía de algún sueño.
Cambiaste la pelota
por noticias
de las luchas de blancos contra negros.
La canción infantil
se volvió espera.
No te bastó el título de niño
para olvidar
que el pan cuesta dinero,
que la ciudad es grande
y se la pisa
y se la aprieta en la garganta, luego.
Tu risa se hizo adulta en la esperanza
y creció en el grito como un eco.
La batalla es tuya cada día.
¡Hombrecito,
dolor
y caramelo!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)