viernes, 9 de diciembre de 2011

Viviana Gil Navarro

VIVIANA GIL NAVARRO
(Oberá-Misiones)

POEMAS DEL SER
Del libro Reflejos.

I

Así fue que llegué
En dulce madrugada del mes rosas
Dicen que se escuchaban los parlantes
Sonando “La Vestido Celeste”
Y que no hubo madre más bella que la mía
Dicen que el sol brillaba a la mañana
Convirtiendo la escarcha en mariposas
Y dicen –ellos dicen-
Que era bonita.

DEL NACIMIENTO

Y será como indica la Escritura
“parirás con dolor” y hubo una madre
Que brindó de su cuerpo las entrañas
Y el amor más intenso que se puede
Sentir en esta vida
Así llegaste al mundo
Sin más que tu infinita pequeñez

II

Sé que tuve una cuna blanca y buena
Fue la mejor que allí se conseguía
-En el reparto de cadena de hijos
Me tocaba una cuna ya vencida-
Pero mi padre –que siempre fue sabio-
Me consiguió otra: blanca, nueva y mía.

DE LA CUNA

Tu pequeña presencia contenida
En los barrotes fijos de la cuna
Esa tu diminuta cercanía
Acariciando sueños
Y empezando a saber
Que el principio tiene un fin.

III

Como escribir ahora de la infancia
Sin apenas soltar dos lagrimitas
Una de amor y vida y puro juego
Y otra gris, la de la melancolía

DE LOS NIÑOS

Y dirán todos
-¡Primero los niños!
Mientras te llevan a donde no quieres
Mientras te cubren más de lo debido
Mientras te enseñan lo que le apetece
¡Primero los niños!

IV

Era tan grande el patio
Casi inmenso
Con seis años de pie
Pequeña niña
Ojos atónitos y manos temblorosas.
Toda preguntas y todo silencio
De clases, primer día.

DE LA ESCUELA

Y de blanco y azules compuesto
Estarás ordenado en la fila
Compartiendo, acotando, aprendiendo
Y entrando en la rima de la rutina
Ojalá que entre tantos conceptos
No sea el amor la materia sin guía.

V

Era un espacio tiempo puro soles
Era la plenitud de la alegría
Si lloraba –lo hacía en los rincones-
Era porque entre hermanos era quinta
Y aprendí entonces que compartir cuesta
Y aprendí entonces que amar lo simplifica

DEL COMPARTIR

Porque ser uno solo es solo eso
Toda tu magnitud nunca entendida
¡Cómo cambian los soles y los vientos
compartiendo con otros tantos días!
Porque ser uno solo es solo eso.

VI

El tiempo y el espacio puro brillo
Solía nublarse a veces, que quimera
La belleza del rostro trastocada
En acné persistente
Y el abrazo de madre que ya no me bastaba
Y se volvía difícil transitar el camino
Que ya era una cuesta
Y a veces, bellas veces,
Cuando el amor venía con paso acelerado
Mi mundo era más grande que todo el cielo
Y el ángel de la Guarda
Se ponía celoso en esas primaveras

DE LA ADOLESCENCIA

La edad del pavo
La edad incomprendida
Tan comentada y tan poco atendida
Desconexión. Silencios. Madrugadas.
Y la amistad cerrando las heridas.

VII

Entonces trabajaba con esmero
Y de cada consigna hacia una esperanza
Los ideales fuertes, y nunca pasajeros
Y la templanza a tope
Ajustando designios y avanzando caminos
¿Y el amor? De a ratitos, suspirando

DE LA JUVENTUD

El rostro terso
Las manos preparadas
La fuerza contenida
La mente clara
El corazón latiendo
Con fuerza de cascada
Y un inmenso camino
Signado de esperanzas.

VIII

Y el amor se instalo una madrugada
En el lugar más bueno de mi pecho
Para quedarse allí, sin reparos ni estampas
Allí como reinando sobre todas las penas
Para ser un oasis de palmeras y flores
Sobre la tierra gris.

DEL AMOR

No puedo definir lo indefinible
No alcanzan los prefijos ni los verbos
Porque confluyen –fluyen- por el cuerpo
Esos colores raros esos sones
Que no son de este mundo
Y no hay consignas ciertas
Aunque palpite alegre
La sonrojada sangre contenida
Y se encienda en el pecho una esperanza ciega
Que te hace ver el sol en plena niebla
Que te muestra el invierno en primavera.

IX

Nueve meses de luna
De luna llena
Nueve meses de soles
De soles plena
Tan completa tan simple
Tan bien resuelta
Dos figuras unidas
Madre y estrella

DE LA MATERNIDAD

El milagro completo
La presencia de Dios
La mayor armonía
El premio del amor
La plenitud
Lo hermoso
La mejor cercanía.

X

Bendita cuatro veces
Cuatro veces bendita
Son cuatro almas tan bellas
Son cuatro almas tan mías
Bendita cuatro veces
Cuatro veces bendita.

DE LOS HIJOS

Azúcar, caramelo y el sol siempre encendido
Los hijos son el cielo
La mejor semejanza de tu rostro que pasa
Y el amor que no falla.

XI

Ahora que el camino está más transitado
Que la vida en su curso
me mostró las espinas pero también estrellas
ahora, cuando siempre sospecho
que nunca sabré nada
y que las utopías son verdades negadas
ahora que no es fácil confiar en el destino
y a veces me rebelo contra muchos designios
Tengo por bien vivido lo vivido
Pero sé que el dolor templa el espíritu

DE LOS ADULTOS

Tendrás las manos ávidas cual pájaro
El corazón cimbreante cual bandera
Las líneas trazadas, bellos surcos
Que guardan los caminos que elegiste.

XII

Qué pequeña partícula
Me comprende y me abarca
Solo soy en el mundo
Un punto que no alcanza
Ni siquiera a ser visto
Y no existo
Salvo en los ojos buenos
Que con amor me miran
Y en ellos soy tan grande
Como el cielo infinito
Y con eso supero
Ya mis ansias de ser.

DEL MUNDO

Como una gota en el inmenso océano
Como el gramo de sal en la montaña
Pequeño punto indivisible y solo
Que vuela se remonta, se retrae
Salpica, revolea, trastabilla,
Disfruta, sufre y llora
O aterriza
Sumatoria es el mundo de partículas.

DE LA VIDA

Agradezco la vida
-la venero-
La sufro muchas veces
-la contemplo-
La ansío hecha de rosas
Y de enero
Pero ella es como es
Y es un misterio.


XIII

No me vence la muerte
No te vence
No podrá con nosotras
No se atreve
Y aunque el patio vacío te recuerde
Yo se que tras las flores
Estas siempre
No me vence la muerte
No te vence.

DE LA MUERTE

Como es inevitable
Estará en tu retina
A veces se aproxima
Y entonces duele
Otras veces se burla
Y te convoca
Unilateralmente.

XIV

Destino errante
Errante y vagabundo
Que me llevas sin puerto
Y sin cadenas
Solo de viaje eterno
Tal cual un alma en pena
Que ha perdido su rumbo
Y no aterriza
Solo vive en el aire
Pies alados
Y lunas que son soles
Y de viento
Cargada la mochila
Buscadora de mares.

DEL DESTINO

Como una rueda es el destino
Subimos y bajamos
Casi en un mismo ritmo
No te olvides de esto
Y no creas que arriba de la ola
Cuando se toca el cielo
Esta tu sitio eterno
Porque caemos, tan fuerte y tan despacio
Que no entendemos cómo ni por que

DEL MIEDO

A veces me convoca sin permiso
Y me acecha
Me envuelve en una lápida
Me amordaza cual ladrón desalmado
Y me habita
Para mostrarme que no puedo todo.

DE LA ALEGRIA

Cuando viene de golpe y sin permiso
Así casi asomando la alegría
Me toma, me sacude, me trastoca,
Me recuerda que hay Dios
Y se retira.

DE LA FAMILIA

Es conjunción, amor
Es cercanía
Es principio del ser
Ternura eterna
Camino compartido
Y es comidas
Enfermedades, sol y luna
Y niebla
Y es, y será
Y estuvo y estará.

DE LAS PARTIDAS

Queda un vacío en el pecho
Que se parece
A un hueco dolorido que sangra
Y huele a mares
Y a polvillo sin lluvias
Y se amarra tan fuerte sin salvarse
Por un tiempo más largo
De lo que desearías
Y algún adiós
Siempre será un hueco irremediable
Que te habita.

DEL EXILIO

Hablemos del exilio
De la distancia cierta entre los corazones
Y de los sentimientos que quedan trepidando
Buscando un nuevo sitio donde alojarse
Hablemos de tu mano que no siente mi mano
Y de tu voz que sola me nombra junto a un río
Que no es el mío
Y después recordemos que la vida nos lleva
Y que nunca buscamos el exilio
El nos buscó a nosotros, nos tomó por sorpresa
Y hoy nos tiene rehenes de un universo ajeno.

DE LA AMISTAD

Para pensar en voz alta
Y reír en coincidencia
O algunas veces llorar
Junto a ese rostro de otro
Pero tan conocido
Que es casi, casi propio.

2 comentarios:

  1. Los temas más íntimos tocados de un modo memorable. Me llenaron de nostalgia. Qué bien, Viviana.

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  2. Hace años una persona me regalo un libro tuyo sabiéndome amante de los versos... hoy te admiro y aunque soy todavía joven me encantaría algún día encontrar la forma alcanzar ese logro tuyo de darte a conocer desde las letras... hermosas cada una de tus palabras! Felicitaciones

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