ANAMARÍA MAYOL 
(San Martín de los Andes-Neuquén)
DESNUDO TOTAL
Nos desnudamos sin sacarnos la ropa
nos desvestimos 
despojándonos de las máscaras
de las sombras 
del sudor 
de la piel
de las palabras
Nos  miramos de frente 
como midiéndonos 
nos vimos a la intemperie 
saboreándonos
sin tocarnos 
lamiéndonos las heridas
nos olfateamos 
y más desnudos que nunca
descubrimos que éramos animales 
de una misma especie
ESPEJO
Quizás del otro lado del espejo
me miren las imágenes
las copias de algún cuerpo imaginado
la sonrisa extendida como mueca 
la niña descubriéndose mujer
o la mujer 
que sarcástica baila
en el desnudo 
descarnado tiempo
Quizás del otro lado del espejo 
se abra el umbral
hacia  la noche extensa sobre tu piel
con el hambre en los labios 
en las manos
hacia algún laberinto no buscado
estén los sueños cautivos
ya soñados
la sospecha detrás del antifaz
el verdadero rostro de la muerte 
Quizás del otro lado del espejo
se halle la orilla del recuerdo
el borde del abismo 
que trepó la ternura
y perdure lo intacto
de nosotras mismas
A LO LEJOS
A mis amigas
Esa tarde dijo 
me divorcié de un hombre 
que mataba pájaros
sus claros ojos centinelas del mar
se oscurecieron
cayó el atardecer casi sin serlo
el tiempo 
se deslizó hacia atrás como una rueda
allí estaba el silencio  
de lo que no se nombra 
allí entre mis manos
como una marca el tajo  
y un nombre 
una imagen sobre el polvo y el viento 
un asesino de pájaros 
en mi reloj de arena
y se  sintieron trinos a lo lejos
Pensé  que al fin de al cabo 
somos sobrevivientes testificando el mundo
el acecho
los pájaros
la mordaza 
los pájaros 
la lluvia 
deslizándose en la espalda 
los pájaros 
las otras sus plumajes
los pájaros 
sobrevivientes
al miedo  la vergüenza la herida 
el ala rota 
el silencio 
los pájaros
y en mí todo fue ella
con la voz de otras voces
se repetía el eco 
me divorcie de un hombre 
que mataba pájaros
que mataba pájaros
que mataba pájaros
Con una misma herida cicatrizada en las alas
volvimos a su casa 
más desnudas que nunca 
rugía inmortal el mar en la ventana
mientras volaban  pájaros
pájaros libres
pájaros 
y se sintieron trinos a lo lejos
EL BORDE 
Sólo asías la sombra 
de un territorio libre
donde podías hallarme 
surcar mi vientre 
imaginarme tuya
sólo el borde 
de un cuerpo
sin hallar las alas
sólo la superficie
raída por el tiempo 
eco de cada cosa 
que palpitó en mi piel
sin descifrar el código secreto
como quien se detiene en un umbral
veías acaso 
la arena  los escombros
en medio de un desierto 
poblado de ayeres  
Detrás 
inalcanzable estaba el muro
igual que un maleficio 
lleno de noche y sal 
que te arrojaba al vacío 
fuera de mí
con tu condena 
encadenada  a las manos 
fuera de mí
y no eras más 
que  otro  nombre inexacto  
del exilio 
otro borde  
que susurraba en mi sangre 
desesperanza
que susurraba 
la nada
IRONICA EVOLUCION
Yo me vestí de otra y me elegí de nuevo
y me fui a otro horizonte
donde solté mi pelo
y lo dejé caer sobre los hombros
crecer como raíz
llegar al suelo
y confundí mi piel con la tibieza
de los árboles verdes de mi pueblo
y amé
amé una vez  a un hombre
que me quería  otra
me fui de él huyendo
hacia donde aguardaba
la del vestido nuevo
y lo dejé una tarde
y transité la pena
la soledad la noche
y se enredó en mis manos
un azul casi cielo
y alguna vez fui viento
fui libertad fui vuelo
y silbé melancólica la alegoría del fuego
y me fui transformando
como una semilla germinada en el suelo
envejecí mi rostro
me desvestí de nuevo
y floreció otro cuerpo
y me elegí
de nuevo
y volé en otros lares donde solté mi pelo
y me crecieron alas que me llevaron lejos
y regresé mil veces
a mi lugar
de nuevo
Ahora acaso más sabía
más yo-raíz más cielo
me fui al agua del río para sentir su anhelo
y sumergí mi cuerpo y naufragué de nuevo
y fui al mar    a las playas
y me llené de cielo
y regresé  de otra
y me elegí de nuevo
LUNAS 
Y yo buscando dónde hallarte
la luna girando en su órbita 
y otra vez luna llena
Y yo buscando 
la última palabra
el gesto sin adioses 
la imagen 
con el amor  brotando de los labios
Y yo buscando donde hallarte
y tú  
en mi cabeza 
adherido a mi piel  a mis sentidos
y los silencios 
cada vez más profundos
y tu distancia 
cada vez más distante
y la luna en su orbita 
otra vez luna llena 
y yo buscando donde hallarte
inútilmente en mi tristeza
y la luna 
la luna
otra vez luna llena
JUEGO?
Hay una mano sobre mi espalda
y juega
juega conmigo
con las otras mujeres
que a veces aparecen en mi piel
me dejo llevar por el susurro de su voz
hablándole a mi cuerpo
te despido
me despojo de esa cáscara amarga
sobre la piel
que aún posee tu aroma
de tu recuerdo en mí
te despido
tiemblo
y sé que puedo
abrir la noche con mis ojos
morder el viento 
el silencio
reencontrar el vuelo
Hay una mano sobre mi espalda
húmeda
me desnuda lentamente de ti
juega conmigo
con las otras mujeres
que a veces aparecen en mi piel
y se despiden
y te despido 
ERA ENTONCES
Era entonces el viento 
los cardos que volaban 
de una  vereda a otra
amontonándose en los alambrados
la  avenida de tierra 
que perfumaba la lluvia
donde los eucaliptos se doblaban  
intentando alcanzarnos
o la sequía intensa
que  levantaba arena en primavera
Era mi hermana Mercedes 
meciéndose en la hamaca
y mi madre leyendo 
con sus amigos poetas
y mi abuelo ingeniero 
plantando árboles
y mi padre narrándonos la historia
Era entonces La Pampa 
con sus olores propios
y ese desierto inmenso
encendido en la noche 
por una luna extraña
era entonces 
la infancia 
EN ESPIRAL
Me poseyó tu voz
y como en espiral
como una hoja seca en espiral
como una hoja seca
que flota con el viento en espiral
ascendí
descendí
surqué el aire de una vereda a otra
de un sitio a otro
me elevé
me elevé
sobre  el mismo cielo –aire- viento
y como en espiral me ví caer
caer
indefensa volátil sobre tus manos
ha envejecido en mi rostro
A VECES
Era a veces un árbol 
a veces pájaro y nido
a veces solo viento 
que  hamacaba las copas
otras veces la luz
filtrándose  en el bosque
era a veces mujer 
cuando llovía
Un placer leer el producto de tu madurez poética, Ana María. Qué intensidad!
ResponderEliminarEra entonces la infancia, me elegí de nuevo, poesía que juega con los tiempos, los recuerdos, con la trsteza, los dolores, a veces también alegre. Esa poesia que convoca en cada frase a la naturaleza y comprometida firmemente con el ejercicio de ser mujer. Admiro tu trabajo Mayol.
ResponderEliminarEra entonces la infancia, me elegí de nuevo, poesía que juega con los tiempos, la tristeza, los recuerdos, los dolores, a veces también alegre. Esa poesía que convoca en cada frase a la naturaleza y siempre comprometida con el ejercicio de ser mujer. Admiro tu trabajo Mayol.
ResponderEliminarBenjamin Vanegas.
Fantásticos, Anamaría, como todo lo que escuché cuando nos conocimos en Quito.
ResponderEliminarSe acurruca el alma a la vuelta de cada una de tus palabras...
Mi abrazo grandote: Irma
Sigo otra vez ese camino de una de las seis voces...
ResponderEliminarGustoso de volverte a leer