viernes, 9 de diciembre de 2011

Anamaría Mayol

ANAMARÍA MAYOL
(San Martín de los Andes-Neuquén)


DESNUDO TOTAL

Nos desnudamos sin sacarnos la ropa
nos desvestimos
despojándonos de las máscaras

de las sombras
del sudor
de la piel

de las palabras

Nos miramos de frente
como midiéndonos

nos vimos a la intemperie
saboreándonos
sin tocarnos
lamiéndonos las heridas

nos olfateamos
y más desnudos que nunca
descubrimos que éramos animales
de una misma especie


ESPEJO

Quizás del otro lado del espejo
me miren las imágenes
las copias de algún cuerpo imaginado
la sonrisa extendida como mueca

la niña descubriéndose mujer
o la mujer
que sarcástica baila
en el desnudo
descarnado tiempo

Quizás del otro lado del espejo
se abra el umbral

hacia la noche extensa sobre tu piel
con el hambre en los labios
en las manos

hacia algún laberinto no buscado

estén los sueños cautivos
ya soñados

la sospecha detrás del antifaz
el verdadero rostro de la muerte

Quizás del otro lado del espejo
se halle la orilla del recuerdo

el borde del abismo
que trepó la ternura

y perdure lo intacto
de nosotras mismas


A LO LEJOS

A mis amigas

Esa tarde dijo
me divorcié de un hombre
que mataba pájaros
sus claros ojos centinelas del mar
se oscurecieron

cayó el atardecer casi sin serlo
el tiempo
se deslizó hacia atrás como una rueda

allí estaba el silencio
de lo que no se nombra
allí entre mis manos
como una marca el tajo
y un nombre
una imagen sobre el polvo y el viento
un asesino de pájaros
en mi reloj de arena
y se sintieron trinos a lo lejos

Pensé que al fin de al cabo
somos sobrevivientes testificando el mundo
el acecho
los pájaros
la mordaza
los pájaros
la lluvia
deslizándose en la espalda
los pájaros
las otras sus plumajes
los pájaros
sobrevivientes
al miedo la vergüenza la herida
el ala rota

el silencio
los pájaros
y en mí todo fue ella

con la voz de otras voces
se repetía el eco
me divorcie de un hombre
que mataba pájaros
que mataba pájaros
que mataba pájaros

Con una misma herida cicatrizada en las alas
volvimos a su casa
más desnudas que nunca

rugía inmortal el mar en la ventana

mientras volaban pájaros
pájaros libres
pájaros

y se sintieron trinos a lo lejos


EL BORDE

Sólo asías la sombra
de un territorio libre
donde podías hallarme
surcar mi vientre
imaginarme tuya

sólo el borde
de un cuerpo
sin hallar las alas

sólo la superficie
raída por el tiempo
eco de cada cosa
que palpitó en mi piel
sin descifrar el código secreto

como quien se detiene en un umbral
veías acaso
la arena los escombros
en medio de un desierto
poblado de ayeres

Detrás
inalcanzable estaba el muro

igual que un maleficio
lleno de noche y sal
que te arrojaba al vacío
fuera de mí
con tu condena
encadenada a las manos

fuera de mí

y no eras más
que otro nombre inexacto
del exilio

otro borde
que susurraba en mi sangre
desesperanza

que susurraba
la nada


IRONICA EVOLUCION

Yo me vestí de otra y me elegí de nuevo
y me fui a otro horizonte
donde solté mi pelo

y lo dejé caer sobre los hombros
crecer como raíz
llegar al suelo

y confundí mi piel con la tibieza
de los árboles verdes de mi pueblo

y amé
amé una vez a un hombre
que me quería otra
me fui de él huyendo
hacia donde aguardaba
la del vestido nuevo

y lo dejé una tarde
y transité la pena
la soledad la noche
y se enredó en mis manos
un azul casi cielo

y alguna vez fui viento
fui libertad fui vuelo

y silbé melancólica la alegoría del fuego

y me fui transformando
como una semilla germinada en el suelo

envejecí mi rostro
me desvestí de nuevo

y floreció otro cuerpo
y me elegí
de nuevo

y volé en otros lares donde solté mi pelo
y me crecieron alas que me llevaron lejos
y regresé mil veces
a mi lugar
de nuevo

Ahora acaso más sabía
más yo-raíz más cielo
me fui al agua del río para sentir su anhelo

y sumergí mi cuerpo y naufragué de nuevo

y fui al mar a las playas
y me llené de cielo

y regresé de otra
y me elegí de nuevo


LUNAS

Y yo buscando dónde hallarte
la luna girando en su órbita
y otra vez luna llena

Y yo buscando
la última palabra
el gesto sin adioses

la imagen
con el amor brotando de los labios

Y yo buscando donde hallarte
y tú
en mi cabeza
adherido a mi piel a mis sentidos

y los silencios
cada vez más profundos

y tu distancia
cada vez más distante

y la luna en su orbita
otra vez luna llena

y yo buscando donde hallarte
inútilmente en mi tristeza
y la luna
la luna
otra vez luna llena


JUEGO?

Hay una mano sobre mi espalda
y juega

juega conmigo
con las otras mujeres
que a veces aparecen en mi piel

me dejo llevar por el susurro de su voz
hablándole a mi cuerpo
te despido

me despojo de esa cáscara amarga
sobre la piel
que aún posee tu aroma

de tu recuerdo en mí
te despido
tiemblo

y sé que puedo
abrir la noche con mis ojos
morder el viento
el silencio
reencontrar el vuelo

Hay una mano sobre mi espalda
húmeda

me desnuda lentamente de ti
juega conmigo

con las otras mujeres
que a veces aparecen en mi piel

y se despiden
y te despido


ERA ENTONCES

Era entonces el viento
los cardos que volaban
de una vereda a otra
amontonándose en los alambrados

la avenida de tierra
que perfumaba la lluvia

donde los eucaliptos se doblaban
intentando alcanzarnos

o la sequía intensa
que levantaba arena en primavera

Era mi hermana Mercedes
meciéndose en la hamaca

y mi madre leyendo
con sus amigos poetas

y mi abuelo ingeniero
plantando árboles

y mi padre narrándonos la historia

Era entonces La Pampa
con sus olores propios

y ese desierto inmenso
encendido en la noche
por una luna extraña

era entonces
la infancia


EN ESPIRAL

Me poseyó tu voz
y como en espiral

como una hoja seca en espiral

como una hoja seca
que flota con el viento en espiral

ascendí
descendí
surqué el aire de una vereda a otra
de un sitio a otro
me elevé

me elevé
sobre el mismo cielo –aire- viento
y como en espiral me ví caer
caer
indefensa volátil sobre tus manos

ha envejecido en mi rostro


A VECES

Era a veces un árbol
a veces pájaro y nido

a veces solo viento
que hamacaba las copas

otras veces la luz
filtrándose en el bosque

era a veces mujer
cuando llovía

5 comentarios:

  1. Un placer leer el producto de tu madurez poética, Ana María. Qué intensidad!

    ResponderEliminar
  2. Era entonces la infancia, me elegí de nuevo, poesía que juega con los tiempos, los recuerdos, con la trsteza, los dolores, a veces también alegre. Esa poesia que convoca en cada frase a la naturaleza y comprometida firmemente con el ejercicio de ser mujer. Admiro tu trabajo Mayol.

    ResponderEliminar
  3. Era entonces la infancia, me elegí de nuevo, poesía que juega con los tiempos, la tristeza, los recuerdos, los dolores, a veces también alegre. Esa poesía que convoca en cada frase a la naturaleza y siempre comprometida con el ejercicio de ser mujer. Admiro tu trabajo Mayol.
    Benjamin Vanegas.

    ResponderEliminar
  4. Fantásticos, Anamaría, como todo lo que escuché cuando nos conocimos en Quito.
    Se acurruca el alma a la vuelta de cada una de tus palabras...
    Mi abrazo grandote: Irma

    ResponderEliminar
  5. Sigo otra vez ese camino de una de las seis voces...

    Gustoso de volverte a leer

    ResponderEliminar